Le elección defensiva de Escribá y el papel de Isco

Agarrado al regreso de Zidane comienza el Madrid la tanda última de partidos casi con más interés de cara a la temporada que viene que para lo que queda de ésta. Más apremiado comparece el Celta, caído a puestos de descenso en la pasada jornada tras perder contra el Betis en el estreno de Fran Escribá. La contratación del técnico valenciano supone una declaración de intenciones de un club desarmado (45 goles encajados en LaLiga), de bandazo en bandazo todo el curso e incapaz de hallar una solución. Escribá siempre se ha caracterizado por construir conjuntos ordenados, con una vocación más defensiva que ofensiva y predispuestos para la contra. Este fue el patrón que utilizó ante el Betis, que también había puesto en práctica Cardoso en las dos salidas previas frente Alavés y Eibar, pero no resultó. Se vio a un equipo desfondado, estéril con la poca posesión que tuvo (37%) y sin valor ofensivo.

Escribá alineó en el debut a tres mediapuntas (Brais, Boudebouz y Boufal). Sobre el papel era un once valiente, pero cedió la iniciativa al Betis y soportó muchas dificultades para sujetar a Canales por dentro. El Celta es un equipo que recupera poco (64 robos por partido) y muy lejos de la portería rival (74,3 metros de distancia media). Contra el Betis no apretó arriba, flotando a Carvalho. Esa actitud benefició la circulación verdiblanca, con 548 pases buenos, y arrinconó al Celta en su propio campo. Escribá medita darle la titularidad a Jensen o Jozabed en detrimento de Boudebouz para ganar en contención. Sería lógico dentro de la línea táctica del entrenador valenciano. La posible presencia de Isco y las recepciones de Benzema podrían alargar la fragilidad interior viguesa. Asimismo, el Celta también queda expuesto por los costados. Los laterales deben salir de su zona muy a menudo y dejan descubiertos a sus espaldas. Tello disfrutó de esta ventaja. Además, Juncà no ofrece ningún signo de jerarquía en la izquierda.

En ataque el Celta sí ha tenido etapas de lucidez esta temporada, pero no en el duelo ante el Betis en el que no probó a Pau López y apenas firmó seis remates inofensivos. Quiso arañar en el contraataque (12 jugadas) sin acierto. La dolorosa lesión de Aspas acabó con Cardoso y recorta los planes de Escribá. El Celta lleva tres encuentros sin marcar y su promedio de jugadas de gol ha descendido hasta las cuatro por partido. Le ha faltado determinación en los últimos metros. Es el segundo equipo de LaLiga que menos pases al área realiza (27 por partido). La baja de Mallo es muy importante en el capítulo ofensivo. El lateral es uno de sus puntales con sus apariciones y efectividad en los envíos al área (seis de media). El equipo vigués también sufrió con la presión alta bética. Seguro que Zidane pretenderá ver a un Madrid agresivo sin balón y activo tras pérdida para condicionar a un Celta que ante los de Setién no encontró la réplica adecuada. Escribá quiso abreviar el concepto de juego y buscó demasiadas veces en largo a Maxi Gómez en una maniobra rudimentaria. Cabe preguntarse si el Celta tiene futbolistas que puedan operar bajo una idea tan conservadora, aunque la situación llame a ello. Escribá es su última oportunidad. El Madrid ya sabe que con Zidane funcionó.

Guardado, solo

El Celta no ató nunca a los interiores del Betis por un ahogo táctico. Los jugadores béticos se lanzaban a la espalda de Okay y Lobotka, que perdían sus referencias. No había presión sobre el pasador y la línea de entrega era sencilla.