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Ciudad Rodrigo: la Siega Verde, el farinato y la peña Yoanna, una gran familia

Mucha historia. Ciudad Rodrigo, que cuenta ahora con 12.513 habitantes, rezuma historia por sus cuatro costados. Ubicado a 86 kilómetros de Salamanca y a sólo 26 de la frontera con Portugal, nada más llegar ves sus famosas tres columnas romanas, incluidas en su escudo y que significan 'Ciudad Antigua, Noble y Leal'. En tiempo de la ocupación romana se llamaba Miróbriga, lo que ha logrado que el gentilicio de los lugareños sea "mirobrigenses". El nombre actual de la villa se debe a que en 1100 el conde Rodrigo González Girón la repobló y pusieron Ciudad Rodrigo en su honor. El esplendor del lugar llegó en los siglos XV y XVI, llenándose de palacios, iglesias y casas solariegas, lo que logró que desde 1944 se le considere Conjunto Histórico. Tiene mérito que se haya conservado buena parte de su patrimonio cultural, dado que Ciudad Rodrigo sufrió dos asedios terribles en su momento (el de los franceses en 1810 y el de los ingleses en 1812). Otro signo de identidad de Ciudad Rodrigo es su pasión por los toros. En los Carnavales se convierte la Plaza Mayor en un ruedo, en el que durante varios días participan los mozos. De aquí es Juan del Álamo, que el año pasado salió por la Puerta Grande en la Feria de San Isidro (8 de junio). Cedió su traje de luces, de blanco y plata, al Museo Taurino de Salamanca. También es de Miróbriga la familia del ilustre Bernardo Salazar, enorme historiador de fútbol (compañero muchos años en As), que nos dejó el 4 de septiembre. DEP.

La Siega Verde. A 17 kilómetros se encuentra esta estación arqueológica, considerada desde 2010 uno de los 48 Patrimonios de la Humanidad que hay en España. Junto al río Águeda, es un magnífico conjunto de grabados de animales y signos en la piedra, ubicados en el Paleolítico Superior (entre 22.000 y 10.000 a.C.).

El farinato. Plato estrella de Ciudad Rodrigo. Un embutido hecho con manteca de cerdo, pan migado, pimentón y especias. Acompañado de un par de huevos fritos es un manjar irrenunciable.

La peña. Se llama Yoanna en honor a los tres hermanos que la fundaron en 1990 (Yo-landa, Andrés y Na-cho). Su padre Eloy, un luchador extremeño de las Hurdes que se estableció aquí hace ya 47 años, inoculó su amor por el Real Madrid a toda la familia. En la sede de la peña, el pub Yoanna, Nacho lidera una peña joven y entusiasta. El pasado fin de semana dieron una lección de amor al Madrid pese al triple palo sufrido. Os quiero.