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Qué manera de ganar, atléticos

La utopía del portero

Ángel Silvelo ganó la primera edición del Premio Carlos Matallanas con una novela que tituló La utopía del portero; estuve en el jurado, con David Aganzo, presidente de AFE, con Marta Robles, novelista y periodista cuya imaginación ha dado novelas importantes y un programa de inolvidable radio, Si amanece nos vamos, con Fernando Schwartz, novelista y diplomático que hizo periodismo en El País y en Canal +, y Belén Feduchi, de Planeta, que editará el libro. Carlos Matallanas intervino desde su casa en el Puerto de Santa María. Vicente del Bosque delegó su voto pero en el acto estuvo con la sonrisa que le parte de los ojos.

Emoción y literatura

Pocas veces en mi vida de editor o periodista literario estuve en un acto tan emocionante. Fue Carlos, con su humor inteligente, con su buen manejo del suspense, el que le dio a ese momento el aire de acontecimiento inolvidable. La idea es extraordinaria: el fútbol ha dado excelente literatura, sólo la mente y el ejemplo de Carlos pueden darle, además, un premio literario que dure y mezcle lo que en la imaginación y en la historia está mezclado: el fútbol. La novela ganadora hace esa mezcla también, pues narra, desde la literatura, un hecho que sigue en la memoria como una gesta de fantasía: el 12-1 ante Malta.

Un atlético feliz

Me alegró escuchar a Carlos. Desde su cama, vuela, escribe, interviene en la vida del fútbol, exhibe un humor sin sarcasmo, vierte en el As su conocimiento y su ironía (véase su último artículo, La hipocresía de la UEFA y la sanción a Ramos, este último viernes), muestra la vitalidad de su alma y de su memoria. He sabido que es un atlético feliz, que nació, como otros en su familia, de la experiencia de pasar por el Bernabéu. Otros atléticos me reprochan hablar aquí poco de su equipo. Tienen razón. Soy víctima del bipartidismo que en España dividió el mundo en blanco y azulgrana. Rectificaré.

Ganar a la Juventus

Imagino a Carlos ahora acariciando esa posibilidad cierta de que el Aleti sea el equipo de Madrid que prosiga en la Champions, si elimina a la Juventus de Cristiano. El fútbol está lleno de símbolos, como en La utopía del portero, y ese Juventus-Atlético se convierte ahora en una metáfora que pasa por el eterno rival y por Cristiano Ronaldo. El fútbol es ganar (qué manera de ganar) y de perder (qué manera de perder, Sabina no se privó de nada) y con esta victoria que puede asomar en Turín el equipo de Simeone (y de Carlos) puede batir a la vez varios símbolos de la historia.

La grada atlética

Para seguir con el Aleti, y calmar a los amigos que me reprochan escasa atención a sus proezas, he de decir que vi su partido contra el Leganés. Saúl hizo una proeza: marcar un penalti de rebote no está al alcance sino de algunos con mucha sangre fría. Fue la historia del partido. Pero lo importante fue la materia humana que hay en la grada; fueron a animar allí, a un partido que se jugaba en el Metropolitano, porque no podían ir a Turín. En realidad, aplaudían por lo que hicieran el martes. Extraordinaria afición, la que late en el himno de Sabina y la que se ha levantado de tanta tragedia. El equipo de la utopía.

La novela de Solari

La vida es así, grito y susurro, y en el fútbol es reproche y aplauso. Miren a Solari, que vino al Madrid a tapar un hueco y ahora es el hueco mismo. Todo cabe en una novela de Truman Capote, donde lo que ocurre proviene de la realidad pero alberga la tragedia de una pesadilla. El Madrid (y los otros, el Barça, el Atlético, el Valencia, la UD…, esto es el fútbol) guarda en su historia melodramas así, que han tocado a los más grandes y a aquellos que ya no están ni en la memoria. Solari, hombre culto, tenía que saberlo. Ahora ha probado las páginas de esa novela que es el fútbol en lo alto.

La frase

"Qué manera de ganar, qué manera de perder", Joaquín Sabina glosando en un himno los modos de ser del Atlético de Madrid.