El Madrid traspasó la mufa al Valladolid

Ese 1-4 en Valladolid debe servir para que la sombra de Mourinho pase de largo. Una derrota del Madrid ayer habría acorralado tanto a Florentino que hubiera sido capaz de echarse en brazos de su añorado. Pero los duendes del fútbol se apiadaron del madridismo, facilitándole esta victoria que más que por recuperación madridista se explica por la mala racha del Valladolid, al que todo se le pone de espaldas. El Madrid salió muy despistado y en el primer tramo del partido el Valladolid falló un penalti y sufrió la anulación de dos goles por fuera de juego, uno de ellos vía VAR. Sólo a la cuarta llegó por fin un gol válido.

Olía aquello a desastre del Madrid cuando Masip, buen portero bajo los palos, pero muy corto de estatura, falló en un córner y el Madrid empató. Eso cambió el partido. El Valladolid perdió fe, el Madrid la ganó. Llamaba la atención el trote lento en el repliegue de Kroos y Casemiro, y cierto atolondramiento de Odriozola por su banda, pero Modric mantenía a flote al equipo, Benzema era una vez más un referente para el juego, Reguilón ponía el entusiasmo por su lado y con ello bastaba para que el partido estuviera más tiempo en el campo del Valladolid. Así se llegó al descanso. Sin daño grave para nadie y a esperar.

El Valladolid volvió como una moto, con dos ocasiones consecutivas. pero al momento Óscar Plano regaló un penalti, que Benzema transformó. Tanta desdicha arruinó al equipo local y al Madrid no le resultó difícil, vía Benzema y Modric, culminar un resultado bonito. Benzema hasta cerró con el detalle de pasarle el brazalete, con un abrazo, a Marcelo cuando compareció en el 87’. Con la pomada de este 1-4 y una semana por delante sin partido, Florentino puede calmarse antes de tomar una decisión histérica que nadie le aconseja. Lo mejor que se puede esperar de lo que queda hasta el verano es no estropear más las cosas.