Volver a recorrer el camino
Llevamos una temporada de mierda”, manifestaba Carvajal justo al terminar el partido del martes en el que el Real Madrid caía eliminado de la Champions. Dani, que además de ponerse la camiseta blanca como profesional y defenderla con uñas y dientes en el campo, ama profundamente ese escudo, hacía suyo el sentimiento de, seguramente, casi todos los madridistas. El otro día comentaba con mi querido Cañizares que una de las enseñanzas que te ofrecen en tu proceso formativo en La Fábrica (recordemos que Cañete está formado como portero en el club), es que en el Madrid se gana a lo grande, pero que también perdemos a lo grande, haciéndote sentir lo que se magnifica todo en el mejor equipo de la historia.
No sé si alguien pensaba que íbamos a seguir ganando Champions de manera consecutiva por siempre jamás, pero quizá lo que nadie esperaba era estar a comienzos de marzo fuera de la lucha por los títulos. Pero puestos a perder, es casi mejor hacerlo con revolcón. Primero, para darnos cuenta de que lo conseguido estos últimos cinco años escapa a las previsiones más optimistas, que tiene una dificultad y un mérito casi inigualables. Y que con toda seguridad mis ojos no volverán a ver cómo se levanta la Copa de Campeón de Europa tres veces consecutivas. Se habla del fin de un ciclo. Yo creo que el ciclo deportivo cambió cuando se fue Cristiano Ronaldo.
Un equipo no puede ser el mismo cuando se va uno de los futbolistas más determinantes de la historia, pero si con fin de ciclo se refiere a que esta plantilla no tiene futbolistas y talento suficiente para seguir ganando, no lo comparto. Ganar tanto, tan a lo grande y de manera consecutiva te hace perder la perspectiva de lo difícil que es llegar a la cima, de todo el trabajo y el sufrimiento previo, de la cantidad de pasos dados en la dirección correcta.
Ahora toca volver a la casilla de salida y volver a recorrer otra vez ese camino con humildad para llegar de nuevo a reinar. Es difícil encontrar en el mercado futbolistas mejores que los que confeccionan la plantilla actual. Si se consigue traer a alguien determinante, fenomenal, pero lo que hay que conseguir es que esos futbolistas vuelvan a una gran versión de sí mismos.