Derrota con diez con todo el honor

Se acabó la exitosa racha del Real Zaragoza fuera de casa. Desde la llegada de Víctor Fernández, el equipo aragonés sumaba dos victorias y dos empates a domicilio, pero le resultó imposible asaltar el fortín de El Sadar. Jugó prácticamente toda la segunda parte en inferioridad por la expulsión de Eguaras y, pese a su aplicación, compromiso y formidable actitud colectiva, no pudo contener el asedio del Osasuna. Un error muy grueso de Dorado en el despeje permitió a Juan Villar fusilar a Cristian Álvarez en el minuto 71 y ahí ya se puso el partido muy cuesta arriba.

El Zaragoza fue de más a menos en la primera mitad. Víctor sorprendió con Pep Biel y Linares en la alineación y el equipo tuvo una salida valiente y decidida que le proporcionó una gran ocasión en las botas de Álvaro Vázquez. Pero el '9' sigue reñido con el gol. Ya suma tres partidos consecutivos marrando oportunidades muy claras, lo que acaba encogiendo los méritos de una notable propuesta futbolística. El Zaragoza no golpeó y el Osasuna fue creciendo y creciendo hasta hacerse primero con el balón y luego con el control del partido en el tramo final. Tuvo hasta tres oportunidades claras en este periodo, incluido un disparo al poste. Tres oportunidades para contraponer a la citada de Álvaro y a un penalti de Unai a Linares que el árbitro pasó por alto en el minuto 28 y que pudo cambiar el duelo.

La segunda parte comenzó de la peor manera posible para el Zaragoza, porque Eguaras vio enseguida la segunda tarjeta amarilla y dejó a su equipo con diez. Demasiada ventaja para un Osasuna en forma que acabó aprovechándose de un grave fallo defensivo para vencer a un Zaragoza que no se entregó nunca y que tuvo el empate en los minutos finales.