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Volvamos al fútbol

Gestos machirulos. Ya les anticipo que no todas van al mismo saco, pero de un tiempo a esta parte se suceden gestos machirulos que desvían el foco del balón y que se justifica con un obsoleto "Esto es fútbol". Desde la peineta a la galesa de Bale, la sujeción de Simeone o la manita de Cristiano a la Prensa. Todos estos casos, muy diferentes, con una cuadrilla de abogados defensores sin título para argumentarlo en el contexto del fragor de la batalla. Sin pretender mezclar churras con merinas, esto en la NBA se zanja con un buen arreón económico. Un poco más de clase, por favor. Por cierto, me encantó escuchar en El Larguero a Carlos Simeone, padre del Cholo, tirando de las orejas a su hijo, dejando bien claro que el gesto no era procedente, que no lo aprendió en casa y que es "propio de otros tiempos". Don Carlos. A todo eso, en lo importante su hijo fue un maestro.

La vieja guardia. Pienso en lo difícil que debe ser convencer a un grupo durante, al menos, ocho años de que el método sigue estando vigente, de que es la forma y el camino. Guste o no su modelo, ese es otro debate. El partido del Metropolitano fue el ejemplo evidente. Simeone tumbó por futbol a Allegri. Le ganó por la mano y lo hizo con su guardia pretoriana. Aquella que estuvo en las duras y en las maduras. Si uno echa un vistazo al once tipo que gana LaLiga en la 2013-14, ve que la columna vertebral sigue tirando del carro: Juanfran, Godín, Filipe, Koke y Diego Costa fueron entonces y son hoy. A ese esqueleto hoy suma a uno de los mejores porteros del planeta, convencidos como Giménez o Saúl, o a dos campeones del Mundo como Lucas y Griezmann. Este último un ultradefensor de la fórmula.

Imanol de Champions. Imanol Alguacil es el tercer mejor entrenador de LaLiga en ratio puntos por partido, muy cerca de Solari y del líder Valverde. No se trata de una casualidad. Tal y como hizo la pasada temporada en sustitución de Eusebio, este año ha vuelto a mejorar exponencialmente a la Real. Su mejor virtud es la confianza en Zubieta, casa que conoce como nadie. Un tipo que gana en el Bernabéu haciendo debutar a un joven en la izquierda como Ahien Muñoz y que la semana pasada ante el Leganés sitúa en el lateral a Alex Sola, otra perla de la cantera, el chaval fue uno de los destacados. Los pone cuando los considera capacitados, y no vende humo. Si tiene que sentarlos lo hace, recuerdo que el año pasado sentó a Odriozola porque lo veía como extremo y no como lateral. Hombre con el espíritu Voro, se veía más como apagafuegos que como apuesta de club, por fin ha firmado un contrato de larga duración. Tiene Europa a tiro.