En busca del toque preciso
Mejoró en la segunda parte, posiblemente cuando tuvo algo más de espacio, pero Lionel Messi está Sion ese toque mágico, especial, que lo hace aún un poco más que ser considerado el mejor futbolista de todos los tiempos. Se le vio a momentos cabizbajo, algo que preocupa al Camp Nou cuando se ha explicado que físicamente no está a tope, pero que con el paso de los minutos y del partido el argentino fue levantando la mirada.
A Messi le vienen ahora cuatro partidos vitales en la temporada. Lyon, Sánchez Pizjuán y el doble enfrentamiento ante el Madrid que deben determinar si hay quinta final de Copa seguida para el Barça y si el Madrid entra definitivamente en la pelea por el título de Liga. Y claro, para lograr todos los objetivos el Barça necesita no al mejor del equipo, sino al de la temporada.
Pero no fue Messi el único que no andó fino con el toque de balón. Tampoco lo estuvo Dembélé, que, como estaba previsto, fue relevado a la hora de partido, Prince Boateng, que dejó buenos detalles, aunque no estuvo preciso con el remate, o Luis Suárez, que más allá de generar la acción con Coutinho que valió para el segundo penalti de la noche (este errado por Messi).
Mucho ha de mejorar el Barcelona en poco tiempo para coger confianza y afrontar con solvencia lo que viene, que no es poco. El momento bisagra de la temporada, el que debe abrir las puertas de la gloria o las de una primavera movida. Messi y el Barça buscan el toque preciso.