El sorteo de semifinales en el Villamarín, escenario de la final, dejó felices al Valencia y al Betis y no tanto al Madrid y al Barça, que se ven obligados a enfrentarse en fechas complicadas. Las idas serán el 6 y el 7 de febrero en Barcelona y Sevilla, respectivamente, y las vueltas el 27, en Valencia y Madrid. La final queda para el 25 de mayo. Dos bonitas semifinales, equilibradas, con difícil pronóstico. El Valencia está cogiendo el hilo, después de un inicio de temporada inesperadamente gris, y el Betis está haciendo cosas buenas. Por su parte, los dos grandes están bien. El Barça tiene a Messi en estado de gracia y al Madrid ya lo ha puesto en marcha Solari.

Si en algún momento tuvo el Barça tentación de ahorrar esfuerzos en la Copa, ya no será así. Fue a Sevilla sin Messi (ante el Leganés le reservó, pero salió desde el banquillo a resolver la situación) y perdió 2-0. Tras el partido, unas palabras de Piqué parecieron confirmar la idea de que al Barça no le apetecía mucho agotarse en la Copa. Pero eso quedó formalmente desmentido en la vuelta, cuando ante el Sevilla sacó todo lo mejor, con el crack a la cabeza, y ganó 6-1. El Barça desplazó hace años al Athletic del trono de ‘Rey de Copas’. Ahora con mayor razón va a apretar. Es ‘su’ Copa y enfrente estará el Madrid. Sin duda, va a echar el resto.

Para el Madrid, a diez puntos en LaLiga, es una oportunidad que le viene en buen momento, porque ha recuperado los lesionados y está en plenitud de juego. El partido de vuelta es en el Bernabéu. Pero, en todo caso, es un desgaste extremo para los dos, en un tramo de la temporada en el que ya aparece la Champions. Al Madrid, además, este primer partido se le junta con el del Atlético. Y el de vuelta vendrá muy pegado al Clásico de LaLiga. Así que por mucho esmero en preparar el calendario, los duendes del fútbol nos hacen una mueca y preparan jornadas de gran emoción entre los dos grandes. La Copa recobra protagonismo. Me gusta.