Mal regreso del Madrid a LaLiga, con un empate que le deja a siete puntos de la cabeza. Es mucho, sobre todo si la locomotora del que va en cabeza se llama Messi. Fue un partido bonito, pleno de interés, en el que el Villarreal mostró una cara interesante, con fe general y buen apoyo colectivo. Cierta debilidad defensiva, que permitió que el Madrid diera la vuelta con relativa facilidad al 1-0 inicial, pero bien hacia arriba. Excelente el jovencísimo Chukwueze, en especial en la primera parte. No siempre finaliza bien, pero ataca con intención, busca la brecha y la suele encontrar. Y brillante Cazorla, que marcó los dos goles. Da gusto verle renacido.

El resultado es bueno para el Villarreal, empantanado en la zona baja, pero es un punto ante el Madrid y por atrás se va tan despacio que cada punto cuenta bastante. Además, acredita a Luis García, entrenador de repuesto incorporado hace poco, que manejó bien el partido. Sus cambios mejoraron al equipo sobre la marcha. Al revés le pasó a Solari, que al retirar a Modric para meter a Valverde empobreció el juego de los suyos. Luego salió la explicación de que Modric andaba pachucho, pero dando esto por bueno no deja de ser cierto que Ceballos le hubiera dado más vuelo al equipo que Valverde, cuya entrada llamaba a la prudencia.

Nada raro, en todo caso. El Madrid ya estaba haciendo partidos malos ante equipos del fondo de la tabla. Ante el Huesca y el Rayo, buenas paradas de Courtois salvaron los puntos. Esta vez, Cazorla le buscó zonas inalcanzables con precisión de cirujano. Por lo demás, se repitieron defectos muy vistos. Marcelo es un coladero atrás, Bale se lesiona un día sí y el otro casi (ayer, al menos, eso nos permitió ver en la segunda mitad a un buen Isco), el equipo no tiene ambición y le cuesta recuperar la pelota. Todo junto ha ido retrasando al Madrid en LaLiga hasta una distancia que empieza a parecer excesiva. No, LaLiga no es el Mundialito.