Tras este Sextete histórico, 2019 se presenta lleno de ilusiones

Mira por dónde, los madridistas vamos a cerrar el año 2018 con una sonrisa. Los negros augurios, inevitables por otra parte tras la dolorosa y traumática marcha de Zidane y Cristiano, se han evaporado gracias a unas últimas sensaciones que se han traducido en un hito histórico. El Madrid ha logrado un Sextete difícilmente repetible y seguramente inalcanzable para el resto de clubes del mundo. Tres Champions y tres Mundiales de Clubes consecutivos suponen un logro hegemónico que será recordado durante décadas por su extrema dificultad para acercarse siquiera a dicha conquista. Por eso conviene que los madridistas pidamos tiempo muerto antes de hacer valoraciones en caliente y dejarnos llevar por lo último.

Es obvio que la temporada no ha ido hasta la cita de Abu Dabi como habíamos imaginado. El batacazo del Clásico o las derrotas dolorosas con el CSKA y el Eibar originaron una nube negra en la atmósfera merengue que hizo creer a los más escépticos que estábamos ante un annus horribilis.

Sin embargo, mis vibraciones y las de muchos madridistas han cambiado tras lo sucedido en Abu Dabi y, si me apuran, con la guinda maravillosa de lo acontecido en Arona con nuestros críos en la Liga Promises. No es casualidad que dieciséis años después hayamos ganado también el Mundialito oficioso de los chavales. El maravilloso estigma que tiene este club le obliga a la búsqueda permanente del éxito sin buscar excusas. En todas las esferas de la entidad se ha entendido que sin Cristiano y Zidane muchos estaban esperando para dar la última palada de tierra a un equipo que posiblemente iba a entrar en una deriva derrotista. Pero el porterazo campeón del Madrid Alevín, Gonzalo, lo resumió de manera prodigiosa en una sola frase: “Este escudo está en mi corazón y en el de muchísima más gente”. Por eso amigos, pasen, vean y disfruten. El futuro me motiva. La vida sigue siendo blanca y bella. ¡¡Feliz año 2019!!.