Karim lidera desde el compromiso

Está cogiendo el Madrid la costumbre de arrancar los partidos con una mezcla de pereza y suficiencia que no se corresponde con el nivel futbolístico que actualmente muestra el equipo. El arranque ante los entusiastas japoneses volvió a dejar la sensación de angustia del que no se encuentra cómodo con lo que está haciendo. En esos minutos sólo dos futbolistas parecían tomarse el Mundial de Clubes en serio: Courtois, con dos buenas paradas, y Benzema, con un recital de controles y desmarques que le dieron vida a sus compañeros en esos primeros compases.

Hay que reconocer que el francés se esta esforzando en intentar alcanzar la regularidad en el juego y en el esfuerzo que tanto le ha costado tener en las últimas temporadas. Se le ve comprometido con su nuevo papel y, salvo excepciones como ante el Huesca, termina los partidos con la camiseta empapada y sin ahorrarse casi nada. La gloria del gol se la llevó Bale, mimado hasta el extremo por Solari y los que mandan en el club, pero el francés se puso al frente del pelotón cuando casi nadie se estaba tomando en serio la semifinal. Pasada la treintena, el galo ha decidido tomarse en serio cada día de su profesión y está recogiendo los frutos. Está más fino, más implicado y con mayor ascendencia en una caseta que sabe que la calidad de Karim les puede salvar de muchos entuertos esta temporada. Ahora sólo queda esperar que no se aburra por el camino y decida mantener esta versión hasta que el Madrid aguante en todas las competiciones en las que aspirar a ser campeón en lo que resta de campaña.