Tres puntos... y punto
Apología del sufrimiento. Nada más finalizar el tostón del Bernabéu atendió Varane a los colegas de beIN. Su alocución tras el 1-0 al Rayo me dejó petrificado. Le escuché pronunciar media docena de veces la palabra ‘sufrir’. Pero no como lamento, lo hizo elogiosamente. Su conclusión me resulta aterradora y reveladora sobre lo que nos espera a los madridistas: “Para hacer una buena temporada hay que sufrir”. Ya sé que hoy día nadie te da duros a cuatro pesetas, pero les recuerdo que hasta con el denostado Rafa Benítez ganamos 10-2 al Rayo. Los de Míchel llegaban al Bernabéu con sólo diez puntos de los 45 disputados. Pues con todo eso, tocó rezar a San Thibaut. Su doble parada en el añadido nos evitó un nuevo dolor de muelas y de barriga. Tras la marcha de Cristiano (me maldigo a mí mismo por tener que recordarlo cada fin de semana, pero no me queda otra...) las intervenciones del belga nos están sosteniendo en los últimos encuentros de Liga: 2-0 al Valladolid, 2-0 al Valencia, 0-1 en Huesca, 1-0 al Rayo... No nos meten goles y eso mantiene al equipo en la lucha por el título. Pero el juego es lineal, espeso, gris, previsible, sin magia...
Karim vuela. El arranque sí mereció la pena. Los primeros veinte minutos fueron lo único saludable y eso se tradujo en la diferencia final que reflejó el electrónico. Y tuvo mucho que ver en ello Benzema. El francés estuvo con la luz encendida, con perfecta disposición, triangulando, ofreciéndose, abriendo espacios en la ordenada zaga rayista y completando su buena puesta en escena con un desmarque eléctrico y una definición de ariete tras el perfecto pase al hueco de Lucas Vázquez. Karim frotó la lámpara y su gol vale tres puntos de oro. Y punto.
Zidane en un palco. Nos contaron en El Carrusel de la Ser que Zidane, el ‘Señor de la Novena, la Undécima, la Duodécima y la Tredécima’, estuvo en el estadio viendo el partido en un palco privado. Imagino cómo debió sufrir contemplando en lo que se está convirtiendo su equipo tricampeón de Europa. Esto me recuerda a lo del Retrato de Dorian Gray. Nos estamos desfigurando de una forma preocupante. Y dolorosa.
La réplica de Courtois. En un Madrid sin magia ni poder de seducción y con un perfil demasiado plano, está ganando enteros cada día que pasa el gigante portero belga. Courtois responde en el campo. Con nota alta. Pero también fuera de él. En la zona mixta hizo a Simeone lo que los chavales llaman ahora ‘zasca’. El Cholo metió hace unos días a Courtois en la deriva de moda de hacer de menos los premios individuales que recibe el Madrid (¡felicidades Luka por tu Balón de Oro!) y Tibu le replicó recordándole que su galardón de mejor portero del mundo fue por su gran actuación con Bélgica en Rusia...
Mundialito redentor. Pese a todo, esto se puede arreglar convirtiéndose la próxima semana en el primer equipo que logra levantar tres Mundiales de Clubes consecutivos. De nuevo, el Madrid tiene la oportunidad de hacer Historia. La mejor manera de cerrar estas heridas abiertas a costa de los últimos malos partidos. Por eso, la afición me transmite, dentro de su desazón lógica, la ilusión por conquistar en Abu Dhabi el cetro planetario. Me lo transmiten Jesusma de la peña El Botijo de Ocaña, Paco Ortúñez (un señor y un caballero), Antonio Arias (veterano socio que ya superó los 60 años de antigüedad) y las peñas de Villacarrillo (Jaén), Cehegín (Murcia) y Mijares (Ávila). Os quiero.
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