Sueña el Valladolid con hacer frente a otro de los cocos de la categoría, como ya hizo en la segunda jornada frente al Barcelona o en el Bernabéu en la undécima. Y lo hace con la naturalidad que desprende su sorprendente entrenador, Sergio González, que tras casi tres años sin entrenar llegó a la ciudad del Pisuerga y se convirtió en el héroe del ascenso, primero, y en el capitán de un avión que vuela en Primera División, después, pese a ser el equipo con menos presupuesto de la categoría, con la mitad que el penúltimo. No es una excusa, es una realidad con la que, sin embargo, convive el técnico barcelonés, que trata de sacar el mayor rendimiento de una plantilla con muchos supervivientes de Segunda. Y es que de los 11 que salgan hoy al José Zorrilla, nueve serán jugadores que la campaña pasada se batían el cobre en la categoría de plata. El mérito de Sergio es hacerlos competir y que tengan a estas alturas 20 puntos en búsqueda del único objetivo de la temporada: salvar la categoría.

Ha llamado la atención, y mucho, en Valladolid que el Atlético de Madrid se haya desplazado en avión. Es la primera vez que un equipo madrileño usa este medio de transporte para acudir a una ciudad a 190 kilómetros de la capital. Será para que los atléticos estén más descansados, aunque en AVE o, incluso, en autobús se tarde menos, pero más de uno aquí se ha quedado perplejo, como esperan dejar hoy a los colchoneros.