Iago Aspas: el niño que soñaba los goles como el del Huesca en A Xunqueira
El salvador. No hay duda de quién tira del carro en el Celta. Porque Iago Aspas se ganó, desde su primera aparición en Balaídos, el papel de salvador. El 6 de junio de 2009 jugaba su primer partido en casa, la crisis se cernía sobre el Celta, que militaba en Segunda y coqueteaba con los puestos de descenso a Segunda B, lo que hubiera podido significar la desaparición del club olívico, que estaba en concurso de acreedores. Eusebio Sacristán, entonces en el banquillo, llamó al delantero de Moaña en el minuto 60, marcó en el 80' y en la prolongación hizo el definitivo 2-1 al Alavés que significó la salvación para el Celta. Así comenzó Iago Aspas a escribir su historia en el Celta.
Los hermanos Aspas. Con dos hermanos futbolistas, Jonathan, que también jugó en el Celta y acabó su carrera en el Piacenza italiano, y Urbe, portero del Moaña, el pequeño Iago tenía claro su futuro. Aquellas pachangas entre los tres hermanos en los campos del Keniata o en el campo de A Xunqueira a sólo 100 metros de su casa, fueron su mejor escuela. A los nueve años hizo una prueba con el Celta, pero tuvo que mentir sobre su edad porque la categoría no correspondía a su año de nacimiento. La prueba era para los nacidos en 1986 y él era del 87. Primero lloró, porque pensó que tendría que volverse a casa, pero se calló y superó la prueba. Una anécdota que demuestra el carácter y el hambre de Iago. En su segundo año como juvenil le descartaron para el equipo de Divisón de Honor y le mandaron al Rápido de Bouzas, pero ese equipo quería un central y le dijo que no al delantero. Así que el chaval se presentó un día en el campo del Rápido y les pidió por favor que le dejaran entrenar, tres días después se había convertido en el alma de aquel equipo y se ganó su vuelta al Celta.
Su paso por Anfield. Aquel chaval que soñaba con ser Mostovoi se convirtió en bandera, sus goles le colocaron en la bolsa del fútbol y el Liverpool pagó 9M€ por su fichaje. Aquella temporada en Anfield, compitiendo por marcar goles con Luis Suárez y Sturridge (entre ambos hicieron 53) le hicieron más duro y terminaron por curtirle para que volviera a Balaídos (previo paso por el Sevilla) como un ídolo, un jugador cuyo valor de mercado actual es de 25M€ y por el que todos los veranos preguntan los grandes. Por algo ya ha sido el máximo goleador español de la Liga. Su fidelidad al Celta es sólo comparable a la que tiene por la Selección, a la que llegó en noviembre de 2016 marcando dos goles a Inglaterra. Él, que se sabe de memoria todas las alineaciones de España en los grandes torneos desde el Mundial de 1994.