España evitó a Alemania y con ello al mayor peligro que hubiera tenido en la fase de clasificación para la Eurocopa. Seamos serios: es muy difícil que en un grupo en el que pasan directamente dos quede fuera una de las grandes. La UEFA amplió para la anterior Eurocopa el número de participantes y eso hace casi imposible que España pueda quedar apeada ante Noruega, Suecia, Rumanía, Islas Feroe y Malta. Pero, ojo, hay casos recientes que indican que no conviene dar nada por sentado. Que se lo pregunten a Holanda hace cuatro años, por ejemplo, cuando tuvo que ver la Euro por televisión en un sonrojo historico.

O a Italia, fuera del último Mundial precisamente por cruzarse con uno de los rivales que ahora tendrá España: Suecia. Los suecos perdieron a Ibrahimovic, pero en el Mundial demostraron que ganaron en solidaridad colectiva. Es un conjunto rocoso y que espera con los brazos abiertos el crecimiento de una generación Sub-21 magnífica que llegó a ser campeona de Europa en 2015. También por tierras escandinavas esperará Noruega, la Noruega de Odegaard, algo más perdida últimamente en el panorama internacional pero también ruda y física.

La Nations League debe servir de baremo sobre lo que le espera a España. Rumanía, por ejemplo, estuvo muy floja en su grupo y no parece al nivel de los años anteriores. Qué decir de Malta e Islas Feroe, que tratan de mejorar pero no tienen recursos como para hacerlo. Pero lo importante aquí es España y como se tome Luis Enrique la fase de clasificación. Conociéndole, no habrá lugar a la relajación. Sólo con eso, el billete a la Euro 2020 debería estar asegurado.