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Chukwueze o 'Samu', el hijo de un ministro de Dios que quiere ser Robben

Quemando etapas. Samuel Chukwueze (Ikwuano, Nigeria, 22-5-1999) ha explotado en un tiempo récord. El nigeriano llegó a la cantera del Villarreal en enero de 2017, pero no pudo firmar su contrato hasta septiembre, cuando cumplió los 18 años. Empezó en el Juvenil de División de Honor, en unos meses pasó al Villarreal C, dos partidos y directo al Villarreal B. En cada equipo demostraba que estaba por encima de su categoría. En menos de ocho meses se convirtió en la joya de la cantera y fue en el partido de ida de la fase de ascenso a Segunda, ante el Athletic B, cuando explotó. En un escenario como San Mamés, con 18 años, el extremo dio una auténtica exhibición, en una jugada se regateó a seis rivales, marcó un gol y dio otro. "Tiene una calidad que desborda y no la puedes frenar, es como un río", dijo de él su entrenador en el B Miguel Álvarez.

Campeón del mundo Sub-17. Samu, como así le llaman sus compañeros, se dio a conocer en el Mundial Sub-17 de Chile, en 2015, donde Nigeria se proclamó campeona y él fue Bota de Bronce. Samuel jugaba en la Diamond Academy, pero previamente había pasado por la Future Hope y la New Generation Academy, también nigerianas. En África funcionan mejor las academias de fútbol que los propios clubes, que no suelen tener categorías inferiores, y es allí donde pescan los europeos. Samuel recuerda con especial cariño de su paso por la Diamond Academy, donde en 2016 recibió el premio al Jugador más influyente del Año, al señor Victor Apugo, el mánager, que fue como un padre para él cuando llegó con tan sólo 12 años, y al entrenador Tony al que llamaban Man to watch, que le enseñó no sólo cómo jugar sino cómo influye en el juego el estilo de vida. Una lección que ya le habían enseñado su padre, ministro de Dios, y su madre, enfermera.

Las ofertas. En aquel Mundial de Chile, el Arsenal fue el primero en llamarle, llegó a pasar el reconocimiento médico con el club inglés, pero la falta de un acuerdo económico, le dejó vía libre al Villarreal, que se hizo con sus servicios por 500.000 euros por delante del Mónaco y el Oporto. Ahora Chukwueze, que se mira en el espejo de Robben del que dice que tiene un pie izquierdo como el suyo, tiene todo el futuro por delante y un aliado como Javi Calleja, que apuesta de verdad por la cantera. El técnico no pide un extremo o un lateral. Cuando quiere reforzar al primer equipo da nombre y apellido, como hizo cuando llamó a Samuel Chukwueze, porque se conoce a todos.