¿Y ahora qué hacemos con Pintus?

Florentino Pérez y toda su corte de aduladores andaban obsesionados con fulminar al preparador físico de Lopetegui porque estaban convencidos de que todos los males del pésimo arranque de temporada se debían a una preparación física deficiente. Imagino que basados en sus licenciaturas en INEF la tomaron con el chaval y veían en Pintus al salvador para volver a la senda del triunfo. Por encima incluso del entrenador, al que el presidente siempre ha considerado un mal necesario. Cualquier cosa con tal de echarle la culpa al empedrado e intentar desviar la cruda realidad: que se ha pensado más en hacer un estadio galáctico que en crear una plantilla equilibrada y competitiva.

Es una realidad que algunos futbolistas están lejos de su mejor forma, pero el problema de este equipo no es de físico, es de fútbol y de actitud. Pero es más fácil echarle la culpa al primero que pasa por ahí que asumir que la planificación ha sido deficiente por mucho que el aparato propagandístico que domina a la perfección el club se empeñe en querer vender otra cosa. Pero al final el césped pone a cada uno en su sitio y ahí no cabe el engaño. La situación pinta negra porque da la sensación de que ya cada uno va a la suya. El parche de Solari ha saltado por los aires y ya quedan pocas balas en la recámara.

Florentino siempre ha sido alérgico a gastarse la pasta en Diciembre, pero este año no va a tener otra opción. Quiso hacer creer al personal que con Benzema, Bale y Vinicius iba a valer para conquistar el mundo y ahora va a tener que sacar el talonario para traer dos o tres futbolistas que le salven de la pañolada en el Bernabeu. Porque de esa Pintus seguro que no le salva…