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El peso de la camiseta

Dos ejemplos. ¿Cuántos muy buenos futbolistas se acogotan cuando firman por grandes clubes? Salen un puñado. Igual pasa con la Selección. Hay otros cuantos que se crecen cuanto más pesa la camiseta. Ejemplo de los elegidos es Ceballos. En el Betis me parecía un malabarista que hacía poco daño con el pase. Era un crío pero su evolución está siendo fantástica. Le encanta tirar del carro y en la Selección parece un veterano. Hay jugador. Ejemplo de acogote es De Gea. Lo veo con el United y me parece cercano al nivel de Oblak o Ter Stegen, lo veo con la estrella en el pecho y me parece un debutante. A Rebic le sacó un mano a mano típico de su versión Premier, en el segundo y en el tercero nos dejó tiritando. Último eslabón de una Selección muy floja en lo defensivo. Ni mucho menos el último responsable. Santi Cañizares me advierte de que hay que tener cuidado con el cambio en el arco, no por sentar a David, sino porque ninguno de los que vienen por detrás está tirando la puerta. Después está Asensio, potencialmente nuestro mejor talento. Para mí no hay duda. Pero está en una temporada crucial, ¿Quiere o no quiere responsabilidad?

La pura realidad. No olvidemos que Holanda nos metió una manita en Brasil, que la peor Italia de los últimos veinte años nos sacó de la Eurocopa de Francia, que ganamos a Irán de rebote en el Mundial y que empatamos a Marruecos de churro para caer ante una de las peores anfitrionas de la historia reciente. Ya no somos los mejores. Tuvimos genios, ahora tenemos muy buenos jugadores. Es importante entenderlo, no como camino a la depresión deportiva, sino como vía de reimpulso. En 2010 Casillas, Puyol, Xabi Alonso, Xavi e Iniesta eran los mejores del mundo en su posición, otros como Piqué, Ramos o Busquets llegaron a serlo potenciados en las enseñanzas de los mejores. Por no hablar de lujazos como Silva o Villa.

La responsabilidad de Lucho. Luis Enrique aceptó un reto muy gordo, reconstruir una Selección. No es un marrón, pero pudo elegir forrarse en Inglaterra y optó por ponerse al frente de su Selección. Ahora tiene una misión, completar el relevo generacional. La encrucijada es potente, ¿Qué debe hacer? ¿Poner a los que están en mejor forma? O arma su grupo rumbo a la Eurocopa. Hay futbolistas capitales como Isco o Busquets que, lejos de su nivel, volverán a ser importantes. Si, por ejemplo, sientas al segundo y pones a Rodrigo “cargándote” a uno de los pocos pesos pesados, y te sale mal, te pegas un tiro en el pie. Ese equilibrio es complicado. Otro tema es el ataque, la estrategia de Luis Enrique de “no hablo de los que no vienen” impide conocer la razón por la que el mejor “9” español del momento, Alcácer, quedó fuera. Estaba tocado, pero su gol al Bayern deja la decisión en entredicho. Además, la marcha de Silva, y sobre todo la de Piqué, han dejado un boquete importante. Va a ser difícil cerrar el casting del central.