Partidazo. Disfrutó el Wanda Metropolitano, disfrutó el Cholo, sus jugadores... El Atlético cuajó un gran partido ante un rival serio como el Borussia, líder de la Bundesliga. Ganó 2-0 y pudo hacerlo por más goles de no haber sido por la actuación del portero alemán o por la falta de acierto del equipo rojiblanco. Pero ese 2-0 es mucho más que una victoria. El Atlético se vino de Dortmund con una goleada injusta, puesto que no fue inferior a su rival. Sí lo fue en el sentido de que el Borussia fue mucho más certero y efectivo que el Atlético de cara a portería. Pero no mereció tanto castigo. En el vestuario rojiblanco le tenían ganas al choque, conscientes de que había mucho en juego y de lo que pasó hace unos días. Y el Atleti respondió. Así, sí. Así, sí, Atleti, así la gente estará con el equipo siempre, dispuesta a llevar en volandas a los suyos. El Atlético apenas dio opción al Borussia y se notó desde el principio que no era un partido más.
Puntos. La victoria propicia que el Atlético empate a puntos con el Borussia en la clasificación. Pero, además de los puntos, me quedo con el juego de Correa, con la pelea de Kalinic, con la salida de Gelson que contagió al equipo, con el debut en partido grande de Montero, con el golazo de Saúl y luego de Griezmann. Este partido tiene muchas lecturas y casi todas positivas. El pesimismo del pasado sábado tras el regalo que el Atleti le hizo al Leganés deja paso ahora a un optimismo moderado. Si el equipo quiere, puede.
Griezmann. El francés jugó su partido 50 en Champions. Y se le vio con ganas. Llevó el brazalete de capitán, puesto que no estaban ni Godín ni Koke. A Griezmann, independientemente de su estado de forma, se le ve contento, feliz con su rol en el equipo. Marcó un gol, marca de la casa, en un perfecta contra del equipo rojiblanco. Se besó el escudo, ante el delirio de la hinchada rojiblanca. El Balón de Oro debe ser suyo. El partido ante el Borussia puso de manifiesto que hay Griezmann para rato en el Atlético. Y también que el francés quiere este título.
Ambientazo. El Wanda Metropolitano necesita partidos como éste, encuentros en los que la afición y el equipo son la misma cosa. El año pasado el Atlético se quedó fuera muy pronto de la Champions y no hubo partidos ante rivales de envergadura, a excepción de la semifinal ante el Arsenal o el choque ante el Sporting de Portugal. La afición está ansiosa de vivir partidos grandes en el nuevo estadio y el del Borussia lo fue. Quizá sea un anticipo de lo que venga en Champions y también en LaLiga, pues a final de mes llega el Barcelona.
Moral. El partido le dará moral al Atlético de cara al encuentro liguero ante el Athletic. El equipo madrileño se dejó dos puntos importantes en Butarque y ahora no puede fallar en casa. Los de Simeone necesitaban hacer un partido así para demostrar que puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora. Esta victoria es mucho más que tres puntos.
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