Ramos, un poquito de memoria y Vinicius, un poquito de cordura

Los pitos al capitán. Existen culturas futbolísticas, no demasiado lejanas, donde la veneración al capitán del club es innegociable, donde los estantes con brazaletes en las tiendas del club son llamativos e identificativos de un respeto casi reverencial al jugador que se convierte en bandera por jerarquía. No hace falta hacer fútbol ficción para pensar que el Real Madrid sería hoy otro club muy diferente si Sergio Ramos no hubiese marcado aquel gol en Lisboa, ni tantos otros en los éxitos recientes y continuados de su club. Sergio, con todos sus defectos, se ha ganado la autoridad en el campo, le pese a quien le pese.

La eclosión Vinicius. Uno de los motores más importantes del fútbol es la ilusión. Desde ese punto de vista, es buena la entrada del joven brasileño en un momento de máxima necesidad. Julen quiso respetar la jerarquía de jugadores como Isco, como Asensio, como Ceballos, como Lucas… y quizás debió escuchar a la afición para intentar cambiar el viento. El fútbol se alimenta de los sentimientos de los aficionados y no hay nada malo en ello. Dicho esto, resulta una temeridad poner el peso de un proyecto en transición en los hombros de un chico de 18 años, como algunos, más papistas que el Papa, pretenden hacer ver. Acortar plazos y ponerle todo el foco puede ser letal, tan injusto como compararle con Robinho.

Recuperar el fútbol. Con Solari han vuelto las victorias, que no es poco, pero ahora el Madrid necesita recuperar el juego. Ante el Valladolid se vio una de las peores versión del equipo en el Bernabéu. El Madrid necesita reencontrar la confianza de sus futbolistas de referencia: Modric y Kroos sobre todo, y alcanzar el gol con naturalidad. Por muy alargada que sea la sombra de Cristiano, más grande es la historia del Madrid, donde no hay nadie, pero nadie, imprescindible. La Champions parece el entorno natural para revertir, el verbo del momento, la situación.

De Carvajal a Julen. La sinceridad a veces puede ser dolorosa. Son muchos los jugadores que comulgan con la manera de sentir el fútbol y el vestuario de Julen Lopetegui. Así se lo han hecho saber en privado, pero públicamente ninguno de manera tan explícita como Dani Carvajal en TVE. Lo fácil es pasar de puntillas por los temas delicados, lo difícil mojarse de manera tan rotunda por el técnico recién destituido. La firmeza la demuestra dentro y fuera del campo.