La obra maestra de Sergio apura a toda LaLiga

En alza. Bajo el efecto anestésico de la Copa, el Madrid acude a la presentación liguera de Solari contra uno de los equipos más incómodos y meritorios del panorama español. El Valladolid, una creación de Sergio González, exige lo mejor de sus rivales para poder hacer frente a un bloque entusiasta, muy completo tácticamente y preparado para jugar de maneras distintas. Su bienestar se justifica en la actitud defensiva. A domicilio únicamente le ha marcado el Celta (3-3). Sergio agrupa dos líneas muy juntas, difíciles de cuartear. Su equipo interpreta los movimientos de basculación como nadie en la categoría. Si la circulación de balón oponente no es viva, como le pasó al Villarreal, Huesca o Betis, la ocupación perfecta de espacios que hace impide casi cualquier intento de acometida. En ese contexto, el Valladolid registra un índice de éxito en las disputas defensivas muy valioso (58%, el quinto de LaLiga) y los centrales Kiko Olivas y Calero se benefician en el plano recuperador. Son el sexto y quinto jugador que más roban.

Equilibrio. Ünal y Leo Suárez boicotean los primeros pases, las ayudas de la medular ensamblan el sistema y la zaga tutela el área de Masip. Sergio genera conflictos en el rival, alterando la posición defensiva. El Valladolid se acomoda a partir de la línea del mediocampo, pero a veces decide ir más arriba. Ante el Betis se ajustaba en 4-3-3 cuando presionaba para igualar los tres centrales béticos. Si los de Setién avanzaban, pasaba a un 4-4-1-1 en campo propio. Durante el segundo tiempo, con ventaja (0-1), el repliegue fue intensivo. En un mismo partido varió su postura y desconcertó, con ello, al Betis.

Cómo ataca. Superadas las secuelas iniciales del adiós de Mata (35 goles la campaña pasada), incide en su potencial por las bandas. Alcaraz y Míchel, centrocampistas de recorrido y buen pie, dirigen el juego hacia los lados. Esta propuesta llama a jugadores como Nacho y Toni Villa. Ambos están ofreciendo un rendimiento altísimo en la izquierda (31 jugadas de ataque de promedio). El lateral aprovecha su profundidad y el extremo desborda. Es el tercer futbolista de la competición que más regatea (39 efectivos). Villa puede desplazarse a zonas más centradas y vaciar el carril para Nacho. También tiene amplitud por el otro costado. Sergio ha empleado el doble lateral (Moyano-Antoñito), pero el estado de Verde podría darle la titularidad. La zurda del italiano, tres goles en los dos últimos choques, amenaza desde fuera. Alcaraz y Míchel también lo hacen.

Sus registros. Sergio descifra la debilidad oponente. En sus dos últimas salidas, saldadas con victoria ante Villarreal y Betis, orquestó maniobras de ataque distintas. Frente al conjunto amarillo, que actuó con rombo en el medio, el Valladolid se alargó por los márgenes donde disponía de superioridad. El Madrid podría padecer este contratiempo. De otra forma derrotó al Betis. Leo Suárez se insertó entre líneas e impulsó las transiciones desde esa ubicación. Las recepciones interiores de Ünal y el balón parado, con cinco goles en su haber, rematan el guión ofensivo de un equipo que corre riesgos con la posesión. En ocasiones abusa de balones horizontales e incurre en pérdidas (14 en su parte del campo). Representa casi la única fisura de este Valladolid, la obra maestra de Sergio González.