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Lopetegui no se merece este infierno

A Lopetegui lo arrancó Florentino Pérez de la disciplina de la selección nacional cuando ésta se exponía al momento cumbre de su cuatrienio. El fracaso de la selección en Rusia se parece ahora al fracaso de Lopetegui… y del presidente del Real Madrid.

Despojado de entrenador el combinado nacional, Florentino Pérez declaró nula su responsabilidad en el desmantelamiento moral de ese grupo humano del que era responsable Lopetegui. Para curar la culpa que no sentía, arremetió, con la ayuda de otros, contra el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con un comunicado igual de áspero que este que ahora despide al entrenador que Pérez puso en lugar de Zidane.

El egoísmo florentinesco ha afectado, en otras épocas, a gente tan destacada, en la memoria del fútbol, como Vicente del Bosque. Consiste en tirar la piedra y esconder la mano. Su responsabilidad es no haber dispuesto para el equipo un sustituto para Cristiano Ronaldo, clave en la arquitectura futbolística y moral del equipo. Parcheó las soluciones, puso a jugadores en nivel descendente a competir en campeonatos de mucho nivel y dejó en manos del entrenador arrancado de la selección la responsabilidad de cubrir el mayor agujero de la historia del club. Pero Lopetegui no juega, y menos de delantero centro.

Como tiene tanto poder, económico, político y mediático, el presidente del Real Madrid consiguió desviar la atención de estas fallas de niveles monumentales y centró en la gestión de Lopetegui el gran agujero. Después del desastre de Barcelona, al que cooperaron con saña futbolistas que deberían devolver el dinero que cobraron por este y por otros partidos, ese comunicado inspirado por la misma pluma que el que firmó la sentencia de Rubiales lanza a Lopetegui a los infiernos blancos, y Lopetegui no es, evidentemente, el que se merece ese infierno.

Ahora toca reconstruir moralmente al Real Madrid, Eso supone mucho tiento y mucho riesgo. El presidente sabe que el tiento no lo tiene, pero riesgo tiene, y muchísimo. Ya no tendrá Lopetegui al que culpar.