El Camp Nou retrata a Bale

Crecido por la conquista de Champions como churros, Florentino Pérez se pasó de frenada en su labor como director deportivo e imaginó que una plantilla descompensada con Bale como principal figura iba a ser suficiente para competir por todo. Y se ha equivocado de cabo a rabo. Es cierto que hay muchos futbolistas (casi todos) muy lejos de su mejor nivel, pero esta era la temporada señalada para que el de Cardiff demostrase ganas de comerse el mundo y se está comiendo un colín.

Ahora le lloverán las críticas incluso de los que han sido empalagosos con él en el halago, pero la responsabilidad no es suya porque el galés, para lo bueno y para lo malo, no ha engañado a nadie. La responsabilidad es del que le ha querido poner la vitola de futurible Balón de Oro a un tipo mas apasionado por los palos de golf que por las redes de una portería. Le han hecho un flaco favor a él y, fundamentalmente, al equipo.