Estábamos mal acostumbrados, así que el primer Clásico de la última década sin Messi ni Cristiano, sin un solo Balón de Oro, ha pillado a más de uno desentrenado. Culés y madridistas tienen tanta incertidumbre y falta de seguridad con lo que puede pasar en unas horas el Camp Nou, que (salvo Florentino) dan por descontado que nadie podrá suplantar a las figuras y que, sobre todo, más vale protegerse de posibles colisiones que intentar convencer al resto de que aquí no pasa nada. No es casualidad que las dudas de los técnicos y los debates de los aficionados se centren mayormente en la parte de atrás. Semedo y/o Sergi Roberto; Odriozola o Nacho. Ya importa poco si Dembélé juega, si Malcom se viste, si lo de Ceballos en Champions fue rotación o castigo y si Mariano es una opción de peso contra la sequía para un partido de esta envergadura.
El fútbol tiene estas cosas. Con la pila de millones invertidos en las dos delanteras, las opciones de éxito de ambos equipos en este partido pasan por sus defensas. Da la sensación de que Barça y Madrid serán lo que Piqué y Ramos quieran. El Barça ha logrado remontar el vuelo en la última semana tras ganar a Sevilla e Inter, pero los achaques (lesionados Umtiti y Vermaelen) y la facilidad para abandonar a Ter Stegen (15 goles encajados) no terminan de acabar con una inestabilidad perenne que, ni mucho menos, es de ahora. Un dato: el Barça, en los últimos cinco años, ha utilizado el doble de centrales que el Madrid en Liga (10-5). Mientras que aprovechó los últimos coletazos de Puyol y tiró de Bartra, Mascherano, Piqué, Mathieu, Vermaelen, Marlon, Umtiti, Yerry Mina y Lenglet, el Madrid sobrevivió más seguro de su plan a lomos de Pepe, Ramos, Varane, Nacho y, de vez en cuando, Vallejo. Ahora, al Madrid también se le acumulan las goteras. El club mira al mercado y el aficionado ya ojea a Hermoso, avisado por la prensa, y echa de menos hasta Achraf.
Si el Barça opta por Semedo el domingo, la línea defensiva blaugrana sería cuanto menos curiosa, ya que ninguno de sus integrantes son en estos momentos internacionales por unos motivos u otros motivos: desde la retirada de Piqué, a la falta de méritos de Semedo y Lenglet, pasando por la injusticia de Luis Ebrique con Alba. De ahí que el soci rece para que funcione la fórmula de defenderse con balón de la mano de Arthur Hernández. En el Madrid la preocupación es tanta o más. Marcelo llega peleado con sí mismo y con la prensa, además de tocado, Varane fue señalado con la alineación ante el Viktoria Plzen, Ramos aparece en todas las fotos de los goles recibidos y Odriozola ya vio cómo hasta Lucas Vázquez le pasa por delante. Únicamente Nacho parece fiable aunque, curiosamente, su alineación no está asegurada. Valverde y Lopetegui sabrán. Al menos les queda el consuelo de que Messi y Cristiano estarán pensando en este Clásico, sin poderlo ejecutar, que con ellos este Clásico podría haber tenido el marcador final de un entretenido partido de tenis.