No hay mejor campaña de publicidad para un club de fútbol que las victorias. Si ganas, hablan bien de ti y te miran por el perfil bueno. No es necesario que te vistas de seda ni que te endulces, porque tu posición en la clasificación lo explica todo. En estas semanas vacacionales he estado de ruta por el otro lado del Ebro visitando amigos y familia, charlando con gente de múltiples equipos, seguidores de LaLiga como cualquier hijo de vecino. Es difícil desconectar del balón, lo reconozco.

En todas ellos había unanimidad. “Este año el Espanyol tiene muy buena pinta”. “¿De dónde habéis sacado a Rubi? Me parece un crack”. “Yo a Hermoso me lo llevaba al Madrid (sí, hay muchos madridistas)”. “El Espanyol peleará por Europa”. “Los vi en el Bernabéu y al Madrid les fue de un pelo. Además, me gustó cómo jugaron”… Y así podríamos seguir hasta que, una mañana de visita en Valdebebas, un técnico conocido me comentó. “No sabéis lo importante que es el Espanyol y lo bien considerado que está entre todos los clubes. El día que se lo crean de verdad…”..Aún retumbaba esa frase cuando, en otra conversación, surge la siguiente pregunta. “¿Y Chen va a invertir?”.

Aún es pronto para sacar conclusiones. La temporada se puede torcer y el propietario puede vender sus acciones. O la temporada puede ser un éxito y Chen volverse a enamorar. O las frases anteriores pueden invertir su orden. Pero hay algo que sí es seguro. Este Espanyol está haciendo ruido, y muchos creen que, si se lo propone, el ruido puede ir acompañado de éxitos. Ojalá tengan razón.