Qué mano ha sacado

Muchos lectores de cierta edad recordarán al inspector Gadget, nombre que traducido al español sería más bien el "inspector Chisme". Y no en el sentido de rumor, maledicencia o infundio, sino en el que se aplica hoy en día a los aparatejos electrónicos; todos esos utensilios que acompañan a un ordenador, por ejemplo.

El inspector Gadget protagonizaba en los años ochenta una serie de dibujos animados, y su peculiaridad consistía en superar los apuros desplegando toda suerte de artilugios (o de chismes) que le salían del cuerpo como si formaran parte de él. De repente, su dedo índice se convertía en linterna; o sus brazos se estiraban gracias a unos muelles ocultos; y si caía por una ventana sacaba de la gabardina una hélice y se la ponía en la cabeza para volar como un helicóptero.

Todo eso me viene a la cabeza cuando oigo la expresión "qué mano ha sacado el portero". Me pregunto si el desconocido inventor de esa metáfora sería de niño un seguidor de la famosa serie de dibujos animados y habrá imaginado que un muelle como los del despistado inspector estiraba inverosímilmente el brazo del guardameta para que su guante llegara hasta el balón.

Se trata de una expresión muy reciente. Antes se decía "qué parada del portero", "qué paradón", "qué estirada", "qué reflejos..." Esto de "qué mano ha sacado" (abreviado a veces en "¡qué mano!") se acuñó hace poco.

En efecto, "sacar" significa en su primera acepción "poner algo fuera del lugar donde estaba encerrado o contenido". Como la mano suele estar contenida en el cuerpo, o unida a él, la imagen que provoca esa metáfora nos hace imaginarla separada del tórax y capaz de volar por su cuenta hasta alcanzar el cuero, como si perteneciera en efecto al inspector Gadget.

Este hallazgo estilístico merece reconocimiento y elogio, pues enriquece el vocabulario futbolístico (buena falta le hace). Sólo cabe oponerle que a veces el abuso de esa expresión y el olvido de otras den paso a una reiteración molesta; y que de tanto en tanto se aplique cuando el guardameta no llega al balón estirando el brazo, sino incluso encogiéndolo, lo cual no impide que se siga diciendo "qué mano ha sacado". Para sacar una mano, hace falta que se halle primero próxima al cuerpo y que luego se despliegue con rapidez, como en aquellos dibujos.

Seguro que el inspector Gadget jugaba de portero en el colegio.