La WNBA ya se abre paso en EE UU
Estados Unidos, que no ha perdido ninguno de sus últimos 51 partidos oficiales a lo largo de más de doce años, cruza caminos en Tenerife. Sue Bird (37 años) y Diana Taurasi (36), dos de las mejores de siempre, combinan ocho oros olímpicos y 5 mundiales. El testigo está pasando a una revolucionaria nueva generación: Elena Delle Donne, A’ja Wilson... y, claro, Breanna Stewart, una alero perfecta que con 24 años acaba de ser MVP de la fase regular y la final de la WNBA y tiene mimbres para acabar siendo la mejor de la historia.
Pero el Team USA airea también en España la promesa de un futuro mejor para el baloncesto femenino. La WNBA dispara sus cifras en audiencias televisivas (crece un 38%, 50% entre mujeres de 18 a 49 años), seguimiento en redes (15%) y venta de merchandising (18%). La media de asistencia a los pabellones ronda las 8.000 personas (más de 11.000 en Los Ángeles para los partidos de las Sparks) y la inercia apunta a un porvenir brillante para una competición donde se recrudece la brecha salarial americana (una mujer cobra 78 centavos menos que un hombre por cada dólar percibido por el mismo trabajo): en la WNBA el reparto de beneficios ronda cifras propias de los años 50 en el deporte masculino y así los salarios más altos no pasan de 115.500 dólares. Esa es la siguiente barrera que tendrá que caer. La que empezaron a cuestionar las Bird y Taurasi y van a derribar las Stewart y Delle Donne. Que así sea.