Breanna Stewart se confirma en Tenerife como la número uno
Tiene 24 años y ha firmado una temporada de ensueño: campeona de la WNBA y el Mundial y MVP en ambas competiciones. No tiene techo.
Acaba de cumplir 24 años, pero Breanna Stewart tiene ya un currículum con el que cualquiera soñaría el día de su retirada y al que ha añadido en Tenerife su segunda Mundial, este con premio de Mejor Jugadora. Un broche de oro para una temporada perfecta en la que ha sido campeona de la WNBA con Seattle Storm y MVP tanto de la fase regular como de la final. Además, en su etapa universitaria en Connecticut (2012-16) fue campeona y mejor jugadora del torneo los cuatro años.
Así que Stewart es, con todo merecimiento, la mayor estrella del baloncesto actual, para algunos especialista un talento especial con opciones de retirarse, dentro de muchos años, convertida en la mejor jugadora de la historia. Lo tiene todo: mide 1,93, tiene una enorme envergadura para jugar por dentro y talento y tiro exterior para hacerlo por fuera. No en vano, de niña recorría casi dos kilómetros al día por su barrio botando la pelota, fintando a rivales imaginarias y escuchando música en sus cascos.
Stewart, nacida en Nueva York, es además una jugadora comprometida socialmente. Muy activa en redes sociales, ha participado en manifestaciones contra las políticas de Donald Trump respecto a la inmigración y se ha pronunciado a favor de los derechos de la comunidad gay. También dio un paso al frente para contar que sufrió abusos sexuales desde los nueve hasta los once años. Su objetivo, ayudar a otras fuera de las pistas mientras sigue construyendo su legado como jugadora dentro de ellas.