El derbi madrileño se ha convertido en un clásico casi tan mediático a nivel mundial como el Madrid-Barça. Lo que aparece como una magnífica noticia para la promoción de LaLiga en su lucha a muerte contra la Premier League y su avalancha de dinero. Sin embargo esta repercusión del Madrid-Atlético, añadida a la histórica rivalidad entre ambos clubes, tiene un efecto que me parece bastante perverso. Ya que el resultado del encuentro toma una relevancia todavía mayor y empuja a acentuar las “condenas” de por sí tan numerosas en el fútbol.

Según escucho y leo en las últimas horas resulta que Julen Lopetegui pasa hoy un “test”, un “examen” destinado a saber si es realmente competente para dirigir al Madrid. Qué cansinos son estos pequeños jueces que quieren sentenciar a la primera de cambio. Sea cual sea el partido, cualquier conclusión sobre el míster será precipitada. Y por consiguiente poco o nada útil. Recuerdo que mi adorado Zinedine Zidane perdió su primer derbi liguero en casa… ¡Y que luego ganó nueve títulos en dos años y medio!