El ahorro defensivo del Madrid

San Mamés equivalió al primer tropiezo del Madrid en LaLiga. Al equipo blanco le pasó factura la presión adelantada del Athletic, la falta de movilidad  y la restringida fiabilidad que ofreció como estructura defensiva, especialmente en el primer acto. Lopetegui prescindió de Casemiro en uno de los escenarios donde más trascendental resulta su presencia y el compromiso del Madrid sin el balón se resintió. Muniain y Raúl García pudieron operar con cierta holgura debido a los huecos de las filas madridistas. Kroos saltaba a zonas de riesgo y su espalda quedaba muy desprotegida. El Madrid se ahorró esfuerzos en la presión y cuando la ejecutaba no lo hacía de forma acompasada. Apenas acumuló cuatro recuperaciones en zona ofensiva. El Athletic jugó con soltura ante un rival al que le costaba robar y armarse en las transiciones, maniatado por su evidente distancia entre líneas.

Por el lado de Marcelo, como de costumbre, llegaron las acometidas más peligrosas del Athletic. El 40% de sus ataques fueron por esa banda. El gol bilbaíno se originó tras 11 pases ininterrumpidos y bajo la intervención de nueve futbolistas. El Athletic había amasado casi el 57% de posesión en los diez minutos previos al gol. Lopetegui rectificó en la reanudación y las entradas de Casemiro e Isco parchearon la medular en los dos planos del juego, aunque después mancilló su labor con el cambio de Lucas por Bale. Los envíos en largo de Ramos y Kroos y las carreras de Asensio acercaron al conjunto blanco a la victoria, pero el Athletic resistió y tuvo un arreón final. El Madrid ya mira por abajo al Barcelona.