Los viajes sin consultar, las comisiones de Raiola y la grandeza de De Marcos
Tirar la primera piedra. El césped de Valladolid se ha convertido en la excusa perfecta (con razón) para que los jugadores echen en cara a Tebas su manera de manejar el fútbol. Tebas quiere ampliar el negocio al mercado americano y los futbolistas se quejan de esta ampliación de sus obligaciones sin haberles consultado. No pocos clubes se inventan a mitad de temporada un bolo al otro lado del planeta para cumplir con sus patrocinadores. El Barcelona jugó en Doha en diciembre de 2016 un amistoso ante el Al Ahli (6 horas de vuelo) y Luis Enrique y la plantilla torcieron el gesto; el Atlético lo hizo en Bakú en mayo de 2013 ante una selección de estrellas de Azerbaiyán, justo después de un derbi que perdieron y antes de un partido en Riazor, ambos encuentros se jugaron por acuerdos con sus sponsors. Pero es que los futbolistas, a nivel particular, también se han plegado a las condiciones de sus marcas de comparecer en un lugar y momento determinado para rodar un anuncio o un contrato. No se trata del hecho (jugar en EE UU) sino de no haberlo consultado y consensuado con todos los implicados. La importancia de la comunicación.
El negociante Raiola. El agente italiano ha atacado a Paul Scholes en Twitter: "Scholes no reconocería a un líder aunque tuviera delante a Churchill. Debería hacerse director deportivo y aconsejar que vendan a Pogba. Serían noches sin dormir para encontrar un equipo...". Las maneras de Raiola nunca han sido las mejores, pero eso no le perjudica en el negocio. Llevó a Pogba al Manchester por 120M€ y se embolsó la comisión más elevada hasta el momento, 30 millones. ¿De cuánto sería la próxima? Su primera gran operación fue la de llevar a Dennis Bergkamp del Ajax al Inter, desde entonces sus jugadores Ibrahimovic, Mkhitaryan, Higuaín, Balotelli... han protagonizado los pelotazos en el mercado de fichajes.
De Marcos. Hace pocos días alguien contó una historia en Facebook para un entorno reducido. Pero la grandeza del personaje invita a hacerlo público. Una persona visitó a un niño enfermo de cáncer en el hospital de Cruces y al entrar en la habitación vio una foto firmada y dedicada del jugador del Athletic Óscar de Marcos. "Qué majo", pensó. Su admiración se hizo aún mayor cuando la enfermera le contó que suele ir todos los viernes que sus compromisos futbolísticos se lo permiten, que se pasa las horas hablando con las familias y los niños y que hay días que hasta le tienen que echar de la unidad de oncología. Admirable.