Los boquetes de Marcelo

El paso del Madrid por Girona reveló, una vez más, la deriva defensiva de Marcelo, señalada también por la resolución de Lopetegui de sustituir al brasileño en el minuto 60 para atajar un problema real durante todo ese tiempo. Nacho pasó al lateral izquierdo y el Madrid clausuró esa banda. Marcelo mostró su disconformidad con la decisión. “El cambio no lo entiendo”, aseguró.

Su apatía en las funciones sin balón resultó evidente (ver imágenes). No logró ninguna recuperación, apenas ganó dos de sus seis disputas y no realizó ningún intento de quite al rival. Sus desórdenes en el repliegue perjudicaron el balance del Madrid y espolearon las intervenciones de Lozano y Portu. Ramos acudía a destiempo a la banda, Kroos tampoco llegaba y las coberturas de Casemiro vaciaban el sector interior. En su haber, Marcelo limitó su cuenta de pérdidas (nueve por las 29 del estreno liguero contra el Getafe). Este es otro defecto de su juego que el Madrid ha sufrido este mismo curso. Una imprudencia del brasileño provocó el 2-2 que agitó la remontada del Atleti en la Supercopa de Europa.

Las señales negativas que emite el rendimiento de Marcelo se consolidaron la pasada temporada. Con él en el campo, el Madrid recibió 23 goles por su banda de los 47 totales, casi la mitad. En ataque es otro. El 57,7% de las jugadas blancas del primer tiempo en Montilivi fueron por su lado. Se reconoce su valor en terreno contrario, pero Marcelo no rectifica su desatención general en el capítulo defensivo.