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La vida 'pirata' es la vida mejor

Optimismo. En el metro de Barcelona confluyen multitud de culturas, pero ayer, la Línea 5 estuvo repleta de seguidores del Espanyol a 45 minutos del inicio del encuentro. Era el debut perico en casa esta temporada y de la era Rubi. "¿Se romperá la paella?", se preguntaban dos seguidores blanquiazules y vaya si lo hizo. Este Espanyol está llamado a hacer grandes cosas y se empezaron a sentar las bases de la ilusión. El ambiente fue propicio, de cautela al principio, pero con el paso de los minutos el equipo de Rubi contagió a una grada solidaria y que no falló en los momentos de apuros. El gol (golazo) de Granero hizo saltar la chispa y el pitido final empezó a teñir de realidad el discurso del técnico del Espanyol cuando deslizó que había que ser sextos. Para que pasen las cosas hay soñarlas y el Espanyol ya lo hace.

Momentos. El cántico más famoso del Rayo predica que la vida pirata es la vida mejor y en el Espanyol está un Esteban Granero que se convirtió en el primer jugador del Espanyol en marcar esta temporada en Cornellà-El Prat. 'El Pirata' blanquiazul ha logrado de falta directa cuatro de sus 15 goles en Primera y el de ayer no estuvo carente de suspense. Tras tocar en el larguero tuvo que aparecer el VAR para darle validez. Leo Baptistao le abrazó antes de consultarlo y no se equivocó. Golazo, locura generalizada en el estadio y fue el preludio de una vida mejor.

Estreno. Y uno de los que está en busca de una vida mejor es Borja Iglesias. 'El panda' marcó su primer tanto con la camiseta del Espanyol y empieza a sacudirse la presión de encima. Corrió hacia el córner para festejarlo y tras él, una plantilla unida y que ha recuperado esta temporada a varias piezas con un futuro esplendoroso. Y Marc Roca los encabeza a todos. El club le entregó el dorsal 21 la temporada pasada y vivió el ostracismo. Este curso, Rubi le ha dado galones, los que se merece, y está desplegando un fútbol, una pasión y una entrega por el Espanyol a la altura del número que luce en su espalda. La Generación Chen tiene un líder: Marc Roca.

El futuro. Cuando el colegiado señaló el final del partido ante el Valencia, el sol todavía no se había escondido. Y esa luz es la que está viendo el Espanyol tras una larga travesía por el desierto. La afición que acudió el estadio se divirtió, vibró y vio ganar a su equipo. Es justo lo que quiere Rubi para un españolismo que quiere sacar la cabeza entre los equipos que deben luchar por Europa a final de temporada. Esto acaba de empezar. Darder dijo que el objetivo que debían plantearse a inicios de curso era ganar la Liga. De momento, que lo visto ante el Valencia no sea un espejismo porque huele a curso grande. Del "Quique, vete ya" se ha pasado a los "olés" en el estadio. Y este domingo se acabó con la hegemonía ché (cinco partidos seguidos cayendo). Paso a paso.