La Vuelta de Valverde no ha hecho más que empezar

Alejandro Valverde aseguraba tras su triunfo en Caminito del Rey que ya había cumplido sus objetivos en la Vuelta al 80%. Un discurso que define a un corredor humilde fuera de las carreteras pero muy ambicioso en cuanto se pone el casco y se sube a la bici. La llegada de Caminito la tenía marcada en rojo antes de la ronda española y cumplió con las expectativas como de costumbre. Valverde es un corredor que ni defrauda ni sorprende.

Con este triunfo, el de Movistar no ha hecho más que poner los cimientos de una actuación que promete espectáculo. Valverde está para luchar por el podio y pelear por más de una etapa, el de ayer no fue el último triunfo del corredor español en esta edición de la Vuelta. La etapa con llegada en La Alfaguara será otra en la que puede soñar con la victoria de etapa. Pese a ello, Valverde seguirá con el mismo discurso; con la humildad por bandera pero sin cuestionar el esfuerzo.

En cuanto a los teóricos favoritos, Nibali y Porte volvieron a demostrar que su discurso no es un farol, ambos han dejado claro en apenas dos días que su presencia en la ronda española, va a “ser de paso” y que su único objetivo es el Mundial de Innsbruck. El que sí se reivindicó ayer fue el polaco Kwiatkowski luchando por el triunfo hasta los últimos metros. Pese a que se diga que el líder es De la Cruz, él es el indudable jefe de filas de los británicos y si la cabeza no le falla es un serio candidato al cajón. El del Sky es un nombre a tener en cuenta pero Nairo Quintana es de largo el gran favorito al maillot rojo.