Vicente Verdú, Manuel Chaves Nogales y la inmortalidad de los libros
Para siempre. “Nosotros, los mortales, logramos la inmortalidad en las cosas que creamos y que quedan después de nosotros”. La frase de Albert Einstein puede posarse en Vicente Verdú. Jamás se irá. Es imposible. Vivirá para siempre en sus libros, tanto dejó. En 1980 escribió El fútbol, mitos, ritos y símbolos (Alianza Editorial). Hoy en Amazon, si se quiere comprar, vale 352,36 euros. Precio de joya. Lo es.
Mito. Retrato de lo “emocional y colectivo, contagioso y simbólico, que la vida, el mundo” tiene en el fútbol. “Cada tribu, en cualquier tiempo y lugar, vive una mítica promesa de salvación y se cree elegida para realizarla con el concurso de héroes y dioses”, define. El futbolista es el héroe, en su grandeza y en su debilidad. Así lo resumió Alfredo Relaño, hoy director de As, en El País, mayo de 1980: “El entrenador es el padre; el portero, la madre. Los defensas aman y protegen más a la madre, los medios ejecutan las instrucciones del entrenador-padre; los delanteros son los hijos más jóvenes e irresponsables”. Quién lo leyó no lo olvida, es diamante en la memoria futbolera.
Imprescindible. La mejor biografía jamás escrita en España está fechada de 1935. Juan Belmonte, matador de toros. Se publicó por entregas, revista Estampa. Firmaba el periodista Manuel Chaves Nogales. Sin ser aficionado taurino, lo contó inmortal. “Es la biografía de una época, del mundo de los toros, del alma humana, de ahí su grandeza”, resume Juan Eslava Galván, escritor. Chaves Nogales murió en 1944, de una peritonitis, Belmonte lo hizo en 1962. Durante años se olvidaron, no existieron. Una tesis doctoral de la Universidad de Sevilla, en 1990, les recuperó para siempre.
Guindi. Fue María Isabel Cintas, hoy catedrática de Lengua Castellana y Literatura, su autora, quien sopló el polvo sobre Chaves Nogales y su legado, su obra imprescindible. A sangre y fuego, El maestro Juan Martínez que estaba allí o Juan Belmonte, matador de toros. Alianza Editorial reeditó el último en 1992. En 2009 lo hizo Libros del Asteroide y ya van por la 9ª edición. Las Ventas les rindió homenaje a los dos, Chaves y Belmonte, el pasado marzo, en una exposición. Esa misma plaza que el pasado sábado ponía en pie un recortador, Pablo Martín Guindi, el mejor de España. El jueves era profeta en su pueblo, La Pedraja de Portillo, Valladolid, pregonero de fiestas. Esas que terminarán esta noche, cuando Toño y Gustavo vean pasar al otro lado del cristal de su bar, el Plaza Quince, a la peña La Aldaba, entonando el Pobre de mí. Ese adiós tan San Fermín; hasta el año que viene.