Álvaro, RdT y ahora, el sprint final
Las llegadas de Álvaro García y De Tomás se han cocinado a fuego lento, pero ya sólo el olor abre el apetito. El extremo era un antiguo anhelo y el delantero tenía un sabor de los que no se olvida, esos que crean adicción, como sus goles. Al final, la espera ha merecido la pena y ambos cayeron en apenas 24 horas. A menos de una semana para el cierre de mercado, aún queda por atar a otro punta, dos centrocampistas y un guardameta. Nombres que ilusionen y hagan olvidar sinsabores como el adiós de Fran Beltrán.
Ahora, más que nunca, el rayismo se encomienda a Cobeño. A su buen ojo, a su tino. Ya el pasado verano diseñó la mejor plantilla de Segunda, con dinamita arriba y viejos conocidos. Una fórmula que está repitiendo. Y aunque el estreno liguero ante el Sevilla no hizo más que evidenciar que el Rayo está en construcción, hay mimbres. Jugones como Pozo, Kakuta, Embarba y Trejo. Ídolos como Advíncula, capaz de congregar a decenas de aficionados peruanos allá por donde vaya. Y también hay soñadores, sufridores, luchadores... los más de 13.000 abonados. Llegarán fichajes para que Míchel moldee un proyecto que resista las sacudidas de Primera. El futuro del Rayo pasa por las manos de dos hombres de la casa. El futuro está en buenas manos. Hay que tener fe.