Álvaro García, de no costar nada a valer cinco millones

De ir todos los días en tren desde Utrera hasta San Fernando para entrenar, a dejar 5.000.000€ en las arcas del Cádiz. El Granada le dejó marchar al Cádiz a coste cero hace dos años.

Actualizado a 24 de agosto de 2018 21:13 CEST

JAVIER GANDULDIARIO AS

El nombre que retumba en los últimos días en el fútbol español, sobre todo en Vallecas y Cádiz, es el de Álvaro García. El club madrileño ha desembolsado nada más y nada menos que 5.000.000€ a las arcas del Cádiz para hacerse con el extremo zurdo, que se encuentra a las órdenes de Míchel para volver a jugar en Primera División. Ahora, como jugador de élite y no como jugador de Segunda B.

La historia de 'Alvarito', como cariñosamente le llaman en Cádiz, comenzó en 2013, cuando el San Fernando del grupo IV de Segunda B se enamoró de él tras verle destacar en el Utrera, equipo de su localidad. En el conjunto isleño no llegó a vincularse con totalidad, estando a prueba y cayendo en las redes del Granada de Quique Pina y Juan Carlos Cordero ese mismo verano, a coste cero, tras ser uno de los mejores hombres del club de La Isla.

Ese mismo verano, entrenando a las órdenes de Lucas Alcaraz, debutó en Primera División ante Osasuna en agosto de 2013, con tan solo 21 años. Dejaba destellos de su calidad, pero todos decidieron que continuara fogueándose en Segunda B, jugando en el equipo filial, donde anotó seis goles. Uno de ellos, casualmente, al Cádiz en el Ramón de Carranza. Al finalizar la temporada, daba el salto a Segunda siendo cedido al Racing de Santander.

Su participación fue notable, siendo de lo más destacable, pero no pudo evitar que el conjunto cántabro descendiera a la división de bronce. Con el descenso, el Granada le devuelve a Segunda B cediéndolo a un Cádiz cuyo objetivo no era otro que luchar por el ascenso. En la 'Tacita' comenzaría a dejar su huella poco a poco, pues comenzó siendo suplente, un revulsivo, hasta que Álvaro Cervera le hizo indiscutible y fue pieza clave en el playoff de ascenso. Verano de 2016, Álvaro ya es de plata definitivamente.

Ese mismo verano, con 23 años, rescinde su contrato con el Granada para pasar a ser propiedad del cuadro amarillo a coste cero, mientras su valor en el mercado ascendía aproximadamente a los 300.000€. Su destacada actuación en Segunda durante la temporada 2016/2017 le hizo incrementar su valor y aparecieron varios clubes para hacerse con sus servicios. Como respuesta, una vez que el Getafe se quedó cerca del valor de su cláusula al negarse a pagar 6.000.000€, Álvaro renovó hasta 2022 en septiembre de 2017.

Una cláusula de ocho millones en Segunda, quince si el Cádiz ascendía a Primera y otra grandísima temporada en Segunda hacían presagiar que el futuro de García era de Primera División. Su valor en el mercado había ascendido unos 4.700.000€ en dos temporadas, y varios equipos han querido ficharle en un verano largo para el jugador y el club. Finalmente, por 5.000.000€, el Rayo se hace con un jugador que hace cinco años iba y volvía en tren a San Fernando desde Utrera para entrenar todos los días por no gustarle demasiado el hecho de dormir fuera de casa.