La hora de Luka
Los premios individuales en el fútbol tienen mucho vuelo, más por los intereses comerciales que por los deportivos. Es siempre injusto personalizar en deportes de equipo porque no se elige al mejor del mundo y, en este caso, ni siquiera al mejor del año. Los únicos premios auténticos no son aquellos en los que votan seleccionadores, capitanes o periodistas, sino aquellos en los que bota el balón, o sea los de máximo goleador y portero menos goleado. A partir de allí, suelen responder a intereses de cada organismo o para ver si se rompe el duopolio Cristiano-Messi como cambio de tendencia. Este podio del Premio UEFA sólo demuestra el peso que el organismo europeo le da a su Champions; en esa lógica, los premios The Best de la FIFA le pondrán más peso a los jugadores que hayan sido determinantes en el Mundial y el Balón de Oro, de nuevo bajo el espectro de la revista francesa France Football. Sería muy sorprendente que se le escapase a un jugador galo, en este caso a Antoine Griezmann.
No deja de ser una contradicción que el delantero atlético, campeón de la Europa League y del Mundial, no aparezca en ese podio de la UEFA. Sin embargo, sí lo están Modric y el pichichi Cristiano, además de Salah, que llevó al Liverpool a la final. No tengo ninguna duda de que entre los tres lo merecería Luka esta vez, como metáfora del peso de los que marcan la personalidad de un equipo por encima de los que rematan.