El Año I después de Usain Bolt
Usain Bolt cumple este martes 32 años. Para celebrarlo tenía programado su primer entrenamiento con el Central Coast Mariners, un equipo de la A-League de Australia. Al jamaicano se le ha metido en la cabeza debutar en el fútbol profesional y en eso emplea sus energías desde que se retiró del atletismo. Este agosto se ha cumplido un año de su adiós a las pistas. La retirada de Bolt abrió entonces una doble interrogante, un justificado temor al futuro. Por un lado, ¿a qué nivel quedaría la velocidad en su ausencia? Por otro, ¿habría atletas carismáticos para cubrir su vacío? En este tiempo hemos encontrado algunas respuestas, más tranquilizadoras respecto a la segunda pregunta que a la primera. La velocidad ha pegado un terrible bajón, pero sí están saliendo nombres muy atractivos en otras especialidades.
Los mejores del año en los 100 metros son Lyles y Baker, con 9.88. No es para tirar cohetes, pero miren el lado bueno: tienen 21 y 24 años. Lyles también luce en los 200, incluso más: ha bajado tres veces de 19.70. Añadan a Norman (43.61 en 400 con 20 años), a Samba (46.98 en 400 vallas con 22) y a Echevarría (8,68 en longitud con 20) como estrellas de presente y futuro. Y, más cerca, a dos europeos que asombraron recientemente en Berlín: el mediofondista Jakob Ingebrigtsen y el pertiguista Duplantis, de 17 y 18 años. El heredero del liderazgo de Bolt era realmente Van Niekerk, el único hombre capaz de bajar de 10 segundos en 100, de 20” en 200 y de 44” en 400, pero se lesionó jugando al rugby y lleva la campaña en blanco. A su espera, y mientras Usain juega al fútbol, surgen brotes verdes en el atletismo.