Los voluntarios de Francia, la retirada de Natalia y la batalla argentina
Francia preparada. Francia es el epicentro del fútbol femenino mundial. No sólo por su hegemonía en la Champions (el Lyon lleva tres cetros consecutivos), sino porque el país galo será el escenario del Mundial dentro de menos de un año. Y ya se están preparando para tan importante cita. Un evento de esta magnitud no puede existir sin los voluntarios. Las nueve sedes que acogerán los partidos ya están eligiendo a los candidatos. "Voluntarios, para ti también, es hora de brillar", es el pegadizo lema que han usado para lanzar una campaña de reclutamiento. Harán falta unas 2.500 personas que tendrán que pasar un test y una entrevista personal para poder estar en el Mundial. Y candidatos no faltan. Ellos son los protagonistas silenciosos para que el fútbol femenino dé otro pasito más en su crecimiento. Ellos harán que todo sea perfecto. El 7 de julio los focos estarán sobre las futbolistas.
¿Retirada?. Cuando terminó la Liga Iberdrola el pasado curso, Natalia Pablos anunció que colgaría las botas después de una vida sobre el césped. La delantera es una leyenda del Rayo Vallecano. Ha estado la friolera de 15 años en el conjunto franjirrojo y ha hecho más de 350 goles. Entró en el club con 14 años y estuvo 13 temporadas antes de su periplo en Inglaterra. Regresó hace dos campañas y no tuvo ninguna duda: volvió a Vallecas. Sin embargo, vive una situación surrealista, el Rayo no le deja retirarse. Con contrato en vigor hasta 2020, el club se remite a la cláusula de rescisión para que la jugadora se desvincule y así pueda poner punto final a su carrera. Es decir, Natalia para retirarse tendría que pagar 250.000 euros al Rayo. Un sinsentido que le obliga a seguir jugando. De momento, empezó la pretemporada de franjirrojo.
La batalla. Una de las cosas que no me gustaría que se exportara del fútbol masculino al femenino es la violencia. La tensión de los partidos a veces provoca imágenes que no se deberían ver en un terreno de juego. Y en el femenino, por desgracia, también está pasando. En Argentina un partido acabó en pelea campal entre los dos equipos. El detonante llegó en el choque entre Libertad y el Universitario de Córdoba, cuando el árbitro pitó un penalti a favor del Universitario, que supuso el 2-1, y expulsó a una jugadora del Libertad y al entrenador. Ahí empezó una auténtica batalla entre los dos equipos que acabó con cuatro jugadoras en el hospital. Imágenes que esperemos no se repitan en ningún terreno de juego.