Homenaje. No es novedad ver un estadio de fútbol con el nombre de un futbolista. Desde el Fernando Torres en Fuenlabrada a leyendas como Maradona, Garrincha, Kempes o Kopa, todos tienen un estadio con su nombre. Sin embargo no es fácil encontrar instalaciones con nombres de mujeres futbolistas. Mari Paz Vilas, jugadora del Valencia, tiene el honor de tener un campo de fútbol con su nombre en su Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) natal. También Melisa Nicolau, futbolista mallorquina, que da nombre al estadio de S’Arracó en Andraitx (Mallorca). Pero puede no ser el único de las islas. La Peña barcelonista Tamallers propuso poner el nombre de Mariona Caldentey, jugadora del Barcelona, al estadio de Felanitx y ha tenido buena acogida. Aún no es oficial, pero pronto podrá haber otro estadio con nombre de mujer.

La pionera. No son los primeros estadios con nombres femeninos. Una de las grandes impulsoras del papel de la mujer en el mundo del fútbol fue Amelia del Castillo. En 1963, Amelia fundó el Pinto aprovechando un vacío legal, ya que no podía ser entrenadora, delegada o jugadora, pero nada decía de presidenta. Creó el equipo y lo dirigió durante diez años, hasta que el alcalde pinteño la ‘invitó’ a dimitir. Pero el trabajo ya estaba hecho. En 2000, el Atlético Pinto le puso su nombre al estadio. Retó a la sociedad y su valentía abrió muchas puertas.

Protagonistas. LaLiga y Amazon lanzaron una serie-documental sobre la competición española. Seis protagonistas del torneo fueron seguidos realizando su trabajo y una de ellos es mujer. Amaia Gorostiza, presidenta del Eibar, mostró su día a día, su trabajo y cómo dirige un club que hoy es un ejemplo. Ella y Victoria Pavón, presidenta del Leganés, las únicas mujeres dirigentes en Primera. Ellas llevan las riendas de dos de las entidades que más han crecido en los últimos años. Y con mujeres a su lado. De hecho, Amaia cuenta con un 40 por ciento de féminas en su directiva por el 9 por ciento de media en LaLiga.

Ajax, ejemplo de igualdad. En España no hay ninguna jugadora en la Liga Iberdrola que sea madre. Prefieren esperar a colgar las botas para no perder una temporada. Sobre todo, porque no saben si su embarazo conllevará perder su contrato y sustento. No pasa en otros países, donde es normal ver a madres al máximo nivel. Chantal de Ridder, jugadora del Ajax, es un ejemplo de ello. Se quedó en cinta y el club de Ámsterdam le renovó. La igualdad por bandera.