Cuando ya no hay imposibles
Ha cambiado el discurso. El fútbol femenino español pisa fuerte y hay frases que hace nada, apenas diez años, nos obligarían a frotarnos los ojos al leerlas. “Yo no veo imposible ganar este Mundial”, decía Pedro López, seleccionador de la Sub-20, antes del campeonato. Y me froté los ojos, claro. Incluso con la inercia que dan los resultados (campeonas de los Europeos Sub-17 y Sub-19 este año), la velocidad asusta. El partido con EE UU era a la una y media... así que preferí quedarme a verlo por la tele y comer más tarde. Los éxitos cambian los hábitos y eso es bueno. Del gol de Patri Guijarro (7’) al de Lucía García (42’), España dibujó un juego del que sentirse orgullosos. Triangulando, con pausa y un estilo en el que el buen trato del balón no es sino heredero del que nos hizo grandes desde la Selección hasta el último alevín.
El buen trabajo de la RFEF y el oxígeno de la Liga Iberdrola nos hacen vestir un traje dos tallas más grande, el que ahora necesitamos. Noelia Ramos, Berta Pujadas, Carmen Menayo o Aitana Bonmatí tienen peso en la Liga, en la que debutaron otras de sus compañeras, y esta Sub-20 esconde incluso cinco perlas de 17 años: Catalina Coll, Laia Aleixandri, Silvia Rubio, Eva Navarro y Claudia Pina. Hizo bien Pedro López en decir lo que dijo. Luego, pasará lo que pase. Pero gustan mensajes así en este fútbol femenino español en el que cada vez hay menos imposibles.