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Torres, Iniesta y los lugares donde nunca envejeceremos, ni nosotros ni ellos: sus libros

Sudáfrica. Lloris levanta la Copa y yo miro con nostalgia las páginas de un libro que se me termina a la vez, Prohibido Nacer, de Trevor Noah (Blackie Books). Para The New York Times el mejor del año en 2017. Él habla del apartheid y su madre, yo veo a Iniesta en todos sus lugares. Soweto, Ciudad del Cabo. Iniesta, La Roja y aquel gol que me dejó afónica días. El cielo del Soccer City de Sudáfrica pudo tocarse en España.

Viena. Iniesta se ha ido. Dejó LaLiga. Como Torres. Mismo día y destino, Japón, dos horas de diferencia, el mayo pasado: el telón caía también sobre Viena y aquel 2008. El 6 y el 9, Barça y Atleti, la Selección y Reina cantando aquello de champiñoneeesss. Una generación se hace mayor a la vez. En un lugar, sin embargo, se prohíben las canas. Las suyas y nuestras. Allí los recuerdos no amarillean: las librerías. Detienen el tiempo. En Sudáfrica, en Viena y en nosotros, tan jóvenes frente al espejo.

Iniesta. Lo fotografió Víctor Malo en El genio discreto (Al Poste). Lo contó Sique Rodríguez en Un año en el paraíso (Now Books). Lo escribió Ramón Besa en La jugada de mi vida (Malpaso). Es biografía, es fútbol, es literatura. Como The Artist: Being Iniesta, escrito en inglés, disponible en Amazon. Debajo, en recomendaciones, aparece ese otro nombre, Fernando Torres, como si la máquina supiera.

Torres. Muchos libros relatan a El Niño, desde Fernando Torres, Number Nine, de 2011, (Werner Rosener, Tropo Editores) a Un niño de leyenda, en 2015 (F. J. Díaz, Al Poste). Ninguno le cuenta como ese penúltimo: las conversaciones con Carlos Matallanas, ¿Quién dijo rendirse?, escrito por José Antonio Martín Otín Petón y hablando de vida, personas alrededor de un balón, plantando cara a una asesina, ELA. Es, quizá, el mejor de fútbol que jamás pasó por mis manos.

iBook. El último me dejó boquiabierta. Por diferente: es interactivo. Lo anunció el mismo día que su destino, el Sagan Tosu, desde el corazón de su gimnasio en Madrid, 9Fitness: Fernando Torres, El Niño de Juan A. Tirado. Más que 220 páginas, más que un iBook y tres horas de vídeo. Es Torres a corazón abierto, Torres contándose a sí mismo, El Niño mientras se hace mayor. Están esos momentos. Su gol en Viena. El de Iniesta en Sudáfrica. Ese que no puedo quitarme de la cabeza mientras cierro Prohibido Nacer, Lloris levanta la Copa de Rusia y José Galán, Magallanes del fútbol, pone otra chincheta en su mapa. Es Qatar, undécimo país, liga. Quizá la última. Quién sabe. Quizá sólo Paloma, su chica: acaba de decirle que sí, que se casa, a los pies de Petra.