Una hegemonía sin rivales
El Tour bajó este domingo en París el telón de la edición 105ª con un nuevo paseo triunfal de los 145 ciclistas que acabaron. El hecho de que Chris Froome disputase el Giro abría la posibilidad de que el triunfo final pudiese estar más abierto que en ediciones anteriores, pero nadie esperaba que fuese a ser su compañero Geraint Thomas el que se coronase en París.
Sky volvió a demostrar que es el equipo más fuerte del circuito, a día de hoy es difícil encontrar algún equipo o incluso corredor que a corto o medio plazo pueda romper la racha de haber conquistado cinco de los últimos seis Tours. Pese al 'patinazo', la apuesta de construir un equipo en base a Froome debe seguir teniendo continuidad. El juntar veteranía con juventud es la receta del éxito de un Sky que ya tiene líder y sustituto. Egan Bernal ha sido una de las grandes sorpresas y si tiene paciencia de aquí a cuatro o cinco años tiene todas las de convertirse en uno de los máximos favoritos en las grandes vueltas.
Más allá de Sky, en las quinielas pondría a Dumoulin en la 'pole position'. Le ha faltado un equipo a su alrededor para hacer frente a Sky y haber soñado con algo más. Roglic o Bardet son otros de los nombres a tener en cuenta pero deben demostrar una regularidad que el francés no ha demostrado en este Tour.