Dos buenas noticias
El debut del Barcelona en la pretemporada arroja dos buenas noticias para empezar. Está claro que es demasiado pronto para sacar conclusiones y que el equipo que dispondrá Valverde durante el curso se parecerá poco a lo que se pudo ven en el Rose Bowl de Pasadena, pero de momento parece que las incorporaciones tendrán peso y que en la casa hay mucho futuro y sólo falta confiar en los chavales.
Arthur destacó por encima de todos los jugadores. Demostró el brasileño ser un futbolista de escuela Barça. Asociativo, siempre ofreciéndose al compañero para ayudar en la salida del balón y con muy buen pase y sentido táctico. Además, sorprendió con un golazo desde fuera del área, cualidad que no entraba en su carta de presentación. Lenglet dio una sensación de seguridad tal que parece que lleve años en el Barcelona. Nunca se complicó la vida, asumió la salida de l pelita desde atrás con naturalidad y se le vio muy cómodo. Por su parte, Malcom pagó el hecho de jugar cuando el Barcelona estaba formado por un equipo de juveniles (siete de sus compañeros formaban parte del equipo que se proclamó campeón de la Youth League esta primavera) pero aún así dejó un par de detalles de calidad. Y marcó el penalti decisivo de la tanda.
Y luego están los jóvenes, futboliustas como Miranda, que demostró que Digne puede irse donde quiera con total tranquilidad, Riqui Puig, que se soltó en una segunda parte en la que dejó clara su calidad y el entusiasmo de jugadores como Munir o Rafinha, que han empezado tan enchufados como un Semedo que si coge confianza puede ser un futbolista importante este año.