La elección de Luis Enrique como seleccionador es una decisión con la que Luis Rubiales hace una declaración de intenciones a nivel institucional. Con el nombramiento de Luis Enrique el presidente de la Federación deja claro que los jugadores ya no van a tener el control de la situación y que será el entrenador asturiano el que tenga mando en plaza.

También es una declaración de intenciones en el plano deportivo. Porque la Selección no quiere renunciar a su estilo de juego del tiqui taca, pero con Luis Enrique se pretende desde la Federación, con José Francisco Molina a la cabeza de la política deportiva (fue nombrad hoy director deportivo, aunque su puesto es más de coordinador, enlace con los jugadores y director de la metodología), dar una vuelta al estilo, ofreciéndole matices, que fue lo que hizo Luis Enrique en el Barça cuando sustituyó al Tata Martino.

Luis Enrique desea entrenar a la Selección. Lo ha demostrado al renunciar a ofertas millonarias de clubes (una de China y otra de Inglaterra) por ganar diez veces menos entrenando a España. Hoy se cumplen 24 años de la agresion de Tassotti a Luis Enrique. Esa cara ensangretada, ese derramamiento de sangre por España es el que esperamos de Luis Enrique como seleccionador. La diplomacia no es lo suyo, pero seguro que hará un esfuerzo por cultivarla. Y, sobre todo, deseamos su acierto como entrenador. ¡Suerte Lucho! ¡Que tu suerte será la nuestra!