España, espejo opaco

Dice As que De Gea tuvo una – (léase raya, es decir nada) en su calificación de su último partido del Mundial. La comparte con su seleccionador, Lopetegui, al que hay que atribuir también una raya igual, por incomparecencia. Ambos fueron iguales de inútiles para el juego de España. Al menos al portero se le podría dar por presentado, que es la nota más baja, una raya en un gato, pues no se puede decir que De Gea hubiera sido un tigre con rayas en esta tesitura. ¿Y a Hierro? No lo califica As. Es incalificable. Habló mucho, pero por eso no se califica a los entrenadores. Y lo que habló no es lo que oyó. Costa le dijo: “No dejes que tire Koke”. Tiró Koke.

A Silva también le dio As raya de gato: nada de nada. El canario fue inoperativo, algo así como gofio con nada. Nada de nada, cotufas. A Asensio y Diego Costa (el informador de Hierro) le dieron rayas iguales. Asensio iba para Mbappé. Aquí puso el freno. Tiene difícil la cuesta arriba. Costa fue cuesta abajo en la rodada. Lagarto, lagarto. Rodrigo y Aspas refrescaron las notas: cada uno tuvo doble corazón. El corazón lo pusieron. España fue un equipo opaco, ellos le dieron brillo al espejo. Fue insuficiente. Y fue insuficiente Iniesta. Una pena de despedida, él mismo lo dijo, y As le dio tan solo un corazón. A él, que tantos corazones tiene. Espejo opaco de España. No califico a Florentino Pérez, pero no es preciso. Su silencio lo califica a él y a Lopetegui.