Hierro ha decidido relevar a Silva y nominar a Sergio Ramos como lanzador de penaltis. La elección de Silva fue de Lopetegui. El exseleccionador debutó en un partido contra Bélgica en septiembre de 2016. La víspera de ese encuentro se le preguntó si iba a elegir algún especialista para esta suerte, ya que Del Bosque había promovido la autogestión con los penaltis, como lamentamos en el partido ante Croacia en la Eurocopa de Francia... Bueno, decía que se le preguntó a Lopetegui por su lanzador de penaltis, y contestó: “Cuando nos piten uno ya veréis el que lo tira”. No hubo que esperar mucho. Al día siguiente, en el partido de Bruselas, a España le pitaron un penalti a favor. Sergio Ramos estaba sobre el campo. Pero lo tiró Silva. La historia se repitió en marzo de 2017, en un amistoso contra Francia en París. Ramos estaba allí. Hubo otro penalti a favor de España. Lo tiró y lo marcó Silva.

Después llegó el amistoso frente a Rusia en San Petersburgo, y hubo dos penaltis a favor de España. Los tiró y los marcó Sergio Ramos. Pero Silva no estaba sobre el campo. Fue suplente. Por último, recordar que el noventa por ciento de las jugadas a balón parado que ha tenido a favor España en los tres primeros partidos del Mundial han sido para Silva, y el diez por ciento restante para Isco. En fin, blanco y en botella. Hierro ha tomado una decisión de verdad. Bueno, en realidad dos desde que es seleccionador: relevar a Ramos por Silva en los penaltis y no hacerlo con De Gea y Kepa en la portería. Me viene a la cabeza eso de mano de Hierro y guante de seda. Por algo será.