Nuestra querida España

Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra”, cantaba Evangelina Sobredo, esa Cecilia inmortal representante de la España que buscaba y en la que creía Manuel Chaves Nogales, el mejor periodista español del siglo XX. Si relacionamos los versos de esa poesía musicada de Cecilia con la Selección queda un temazo igual. “De tu santa siesta, ahora te despiertan versos de poetas, ¿dónde están tus ojos? ¿dónde están tus manos? ¿dónde tu cabeza?” Esos poetas son nuestros futbolistas haciendo magia con el balón. Cada vez que juega la Selección nuestros ojos son los de Busquets, nuestras manos son las de De Gea, nuestra cabeza es la de Piqué y nuestros pies son el buen pie de Iniesta, Isco, Silva, Koke, Thiago, Saúl o Asensio.

Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra”. Esta Selección nuestra nos lo hizo pasar mal muchos años, cuando la maldición de cuartos, cuando todos iban contra nosotros, cuando no lográbamos ganar. Hasta que por fin llegó Luis Aragonés y nos aproximó a los que ganan y Del Bosque gerenció de maravilla un grupo ejemplar de futbolistas para hacernos campeones del mundo y otra vez de Europa. Ahora Fernando Hierro tiene delante la oportunidad de conseguir que el actual grupo de jugadores (sólo quedan cuatro de 2008: Reina, Ramos, Iniesta y Silva) vuelva a ser una pléyade de futbolistas modelos para nuestra querida España. “Pueblo de palabra y de piel amarga, dulce tu promesa”.